Verano, tiempo de salsa... hecha en casa.

¿Qué vida sería una pasta en blanco?... qué tristeza… ¿Recuerdas los aromas de la salsa de la abuela? ¿Podrán nuestros hijos, que nacen y crecen en los horizontes urbanos, entender el significado de esos aromas? Y las emociones… Sin embargo, el verano é tiempo de salsa!
Sí, es como una música que en algunas zonas del sur de Italia sigue siendo la banda sonora de los cálidos días de julio y agosto. Tomates rojos incendiados por el calor del sol y salados por la brisa del mar. Aromas que surgen de trulli, granjas, bagli y masserie donde el arte de la salsa nunca ha pasado de moda. Quien haya ido de vacaciones a nuestra magnífica Italia meridional seguramente habrá respirado esos aromas, entre puertas entreabiertas, ventanas abiertas, terrazas soleadas. Pero es toda la tradición italiana la que no pierde la oportunidad para el rito de la salsa. También aquí en el norte, donde faltará la salinidad, pero ciertamente no faltará el amor y la pasión por un producto de altísima calidad. En resumen, nosotros los italianos no podemos vivir sin salsa de tomate! 

Por eso hemos decidido darles la posibilidad de hacer su salsa en casa, ya sea en un apartamento, trullo, masseria o simple terraza, en cualquier rincón del mundo donde estén.
La materia prima la hemos seleccionado para ustedes y es de altísima calidad. Proviene de un pequeño valle del Piamonte donde jóvenes agricultores han seleccionado una tipología de tomates perfectos para obtener una salsa para chuparse los dedos…