Imagina que eres el vino dentro de una botella, quizás un vino tinto. Has estado reposando en la misma posición durante 10, 15, 25 o incluso 50 años. Bueno, ¡finalmente abren la puerta y te lanzan al espacio! La puerta es el corcho, y el espacio es el decantador o la copa con la que tanto has soñado. No todos son expertos en el campo y no saben cómo comportarse al degustar una obra de arte que ha esperado tanto tiempo para ser saboreada después de años y años. Hay algunos trucos que ayudan a mantener alta la calidad del producto, como el uso de una vela o un embudo de plata.
Descorchado
Si el vino está muy envejecido, siempre se debe usar un sacacorchos con una espiral fina, normalmente de color negro. Penetra mejor en el corcho sin forzar demasiado. El riesgo es que el corcho ya no esté perfectamente adherido a las paredes de la abertura de la botella. Se extrae suavemente el corcho sin hacer ruidos innecesarios y dañinos. Finalmente, lleva el corcho a la nariz y analízalo; posibles oxidaciones, defectos, cualidades, aromas, evoluciones aromáticas.
Vela
Se utiliza la llama de la vela durante el vertido del vino, dejando que esta calienta la parte superior del cuello a la altura de la abertura. Se controlan las imperfecciones y se facilita la apertura del vino.
Uso del embudo de plata
A menudo, para facilitar el paso de la fase reductora a la fase oxidativa, se utiliza un embudo de plata por el que se deja pasar el vino. De esta manera, al final en la copa, la fuerza expresiva del vino será más fácilmente y rápidamente perceptible.
Vierte el vino suavemente, dejándolo deslizarse por las paredes del decantador o de la copa.
Realiza esta operación antes de cualquier cena o evento.
¡Todo lo demás lo hará tu corazón y tus emociones!
Te invitamos a envejecer las botellas de Amarone que te recomendamos a continuación. Cuando decidas abrirlas, sabrás cómo comportarte.
Fabio De Vecchi
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