Las fiestas se están acercando y nosotros estamos listos para ofrecerles lo mejor de la pastelería artesanal italiana y de las especialidades, que cuentan historias y tradiciones centenarias entre lo sagrado y lo profano.
Un mundo extraordinario donde la exaltación de la simplicidad siempre ha encontrado su máxima expresión en la exaltación de los recursos del territorio.
La pastelería italiana de las fiestas de Navidad no es solo Pandoro y Panettone sino sobre todo agradabilísimas preparaciones artesanales que utilizan la fruta seca, el confitado, las especias, la mantequilla, la miel y las materias primas comunes de temporada del otoño e invierno italiano.
Y aquí está el Panforte de Siena en su versión picante o natural, los Ricciarelli y los Cavallucci siempre de la Toscana, el antiguo Madorlato de Cologna Veneta, el Turrón en sus versiones territoriales más dispares, las intorchiate de almendra en Puglia, los crocantes de fruta seca de avellanas, almendras y pistachos en la Sicilia más ancestral, el Pandoro en Verona y el Panettone en Milán.
Y luego la apoteosis del chocolate en sus varias versiones y rellenos.
Nosotros hemos elegido la dulzura de un buen gesto dirigido a un grupo de familias que tienen chicos con discapacidad, que nos han preparado unos fantásticos Cioccoauguri.
Porque la Navidad siempre nos recuerda abrir nuestro corazón a los demás.
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