Una vez un amigo me dijo: “¡Qué tristeza las cenas BIO!”. Pensé: “¿Pero qué dice?!”. De hecho, hoy en día pocos quedan que ignoren lo que realmente es la cocina biológica, pensando quizás que se trata de una moda o algo similar: en realidad es una forma de alimentarse que ha literalmente conquistado el mercado. Comer BIO significa comer sano, con una conciencia y conciencia mayor sobre la procedencia de la materia prima. Más controles que significan mayor protección de nuestra salud. Embutidos, quesos, cremas, salsas, pasta, frutas, verduras, vinos, aceites, etcétera: prácticamente todas las tipologías de productos se pueden encontrar en formato biológico.
Por ejemplo, ¿qué sentido tiene hoy en día preparar un pan con harina tipo “00” de tipo convencional? Es un azar ya que muchas harinas provienen del extranjero con técnicas productivas que no siempre están completamente controladas.
Y además, comer BIO también significa hallar productos extraordinarios como la
pasta producida con el Trigo Senatore Cappelli que te dará la oportunidad de experimentar un trigo antiguo del sur con un potencial nutricional difícilmente alcanzable por todas las demás pastas convencionales.
¿Y el aceite? El BIO hoy es una garantía, sobre todo en este período donde, especialmente en el sur, la mosca de los olivos ha causado daños irreparables, devastando más del 50% de las cosechas en algunas partes de nuestra península.
Pero, ¿qué decir de una tabla de embutidos BIO? Aquí también hay una protección del consumidor gracias a animales criados en condiciones de serenidad con espacios apropiados y, en su mayoría, en estado salvaje. Todo esto para obtener carnes para embutidos que, convencionalmente, ¡soñamos!
Los quesos, ahora lo sabemos todos: productos de leche de la que no sabemos su procedencia. BIO significa limitar un territorio y dar garantía de cadena, pero también es una protección de los demasiados piensos y sustitutos que hoy se utilizan demasiado a menudo en la alimentación animal.
¿Hacemos una cena Bio sustanciosa? ¡Entonces adelante!
Primer Plato:
Espaguetis de Trigo Senatore Cappelli BIO con
aceite de oliva virgen extra BIO y un picadillo de
Panceta de Cerdo Negro Curada BIO apenas salteada en la sartén.
Segundo Plato: ya estamos en temporada y una bonita
tabla de embutidos BIO con speck, bresaola, coppone, finocchiona. Añadiría un buen
vino Toscano de la Maremma como el
Carandelle de la Empresa Podere San Cristoforo.
Para terminar, un buen plato de naranjas frescas BIO recién recogidas de Vito Perricone en Villafranca Sicula Ribera DOP y luego un buen café seleccionado de un cru particular como por ejemplo un Afribon Jamaica.
¡Buena cena BIO entonces!
S&M