Hay un pueblo en el sur de la provincia de Verona, en la “bassa” como se suele decir, en el que se habla el dialecte veneciano. Una enclave que ha permanecido fuertemente ligada a la Repubblica Serenissima, y por lo tanto a las diversas dinastías de los Dogos.
Los Dogos se servían de embajadores que recorrían sus tierras de arriba a abajo, pasando desde Bergamo hasta la isla de Chipre en busca de productos típicos que pudieran deleitar las mesas de los ricos señores venecianos. Justo en el territorio de Cologna Veneta, al sur de la ciudad de Verona, hacia la provincia de Padua, encontraron este crocante de almendras fundidas en una masa de miel, azúcar y clara de huevo: un producto típico que incluso hoy se ha mantenido como el dulce tradicional de Verona junto con el Pandoro y el Nadalìn.
Alvise Zorzi, escritor y noble veneciano, escribía en su libro
La vita quotidiana a Venezia nel secolo di Tiziano: "En el Cinquecento había otros obsequios habituales: la focaccia del día de Pascua, el
Mandorlato y la mostarda de Navidad, las castañas y la cotognata del día de S. Martino".
La antigua receta fue retomada, en la época moderna, en 1852 por Italo Marani, un boticario de Cologna que devolvió vida a esta tradición volviéndola a poner de moda. Hoy este municipio de la Bassa Veronese vive también de esta dulce economía y se pueden encontrar numerosos
artesanos históricos del Mandorlato.
Duro, crocante, se dice incluso vidrioso, por cómo se quiebra y por las escamas que deja al romperse. Una masa de almendras de Puglia o de las sicilianas de Noto, miel de acacia o mil flores, clara de huevo y azúcar. Incluso hoy la antigua tradición de los Dogos permanece fuerte entre las familias veronesas y no solo.
Gracias también a Spaghetti&Mandolino tendrán la posibilidad de degustar uno de los mejores mandorlati producidos por una familia de artesanos históricos, los Bauce, que durante muchos años han sido premiados y destacados también por guías como Gambero Rosso por la alta calidad expresada por sus productos.
Así que felices fiestas a todos con un poco de sabores antiguos de Cologna Veneta y su
mandorlato.
S&M