Foodtruck, ¡boom! Comida callejera y tradiciones en moda.

La crisis de 2009 en los Estados Unidos y la posterior que también se prolongó aquí en Europa han tenido consecuencias en las hábitos alimentarios de las personas. En un sector, el de la comida, se ha creado una nueva tendencia: la moda del foodtruck, la comida callejera, no es más que una evolución de un estilo de vida más esencial y en busca de la simplicidad.

Italia, en particular, conoce el significado de los comidas callejeras y el sur siempre revela su valor. Las bombette cocidas al espiedo entre las calles de los centros de Apulia, el pan con las panelle y los sfincioni a lo largo de los callejones de Palermo no son una novedad. Los sándwiches con porchetta de Ariccia son una constante a lo largo de las carreteras sombreadas por los pinos marítimos en la zona de los Castelli Romani. El sándwich con lampredotto entre las calles nobles de Florencia y las piadine en el paseo marítimo de Rimini forman parte de la historia y de la tradición culinaria italiana.

Hoy, la principal ciudad donde se encuentra el foodtruck es Milán, y esto es sinceramente una novedad, pero también un signo de que esta forma de comer ancestral se ha convertido en una moda trendy. Lombardía, Emilia-Romaña, Piamonte y Lacio son las regiones con la mayor cantidad de Ape Car, roulottes y vans equipados para producir alimentos simples.

Los foodtruckers son en su mayoría hombres, solteros, con un alto grado de educación y un pasado que va desde camionero a docente universitario. Los alimentos más consumidos en los food trucks son cada vez más diversificados. Dominan los sándwiches en todas sus variantes, pero están surgiendo propuestas gourmet muy interesantes, tanto a base de pescado como de carne. Muchas son las soluciones veganas y vegetarianas. Choco kebub y recetas deliciosas para encerrar en un sándwich. Frituras de todo tipo y risottos para llevar, así como cupcakes de tortellini fritos son las últimas novedades. Pero el mundo de los foodtruckers está en constante y rápida evolución.

Hoy en día también se apuesta mucho al valor estético del vehículo, diseño y decoraciones que resultan cada vez más simpáticas y, a veces, provocativas. Antes, comer en el camioncito era algo para el final de la noche del viernes o del sábado, hoy es un evento gourmet para disfrutar tanto solo como en compañía.

Nacen eventos y ferias dedicadas, reuniones en las plazas. Expo les ha dedicado un espacio propio y Cibus también este año ha elogiado su potencial. Nos enfrentamos a otra moda, pero esta vez es muy interesante porque retoma antiguas tradiciones y formas de ofrecer comida con simplicidad y creatividad.

Bernardo Pasquali