Spaguetti y Mandolino se vuelve más Slow Food.

Slow Food es una asociación nacida en Piemonte en 1986 con el objetivo de devolver el justo valor a la comida, respetando a quienes la producen, en armonía con el medio ambiente, los ecosistemas y las tradiciones locales. Deliberadamente en clara oposición a la filosofía imperante y homologadora del fast food, Slow Food solo necesitó tres años para convertirse en una asociación de importancia internacional: hoy cuenta con más de 100 mil miembros, tiene 7 sedes repartidas desde EE.UU. hasta Japón y trabaja en 150 países para promover una alimentación buena, limpia y justa para todos.

Fundamentalmente, Slow Food reconoce la importancia de valorar las diversidades de las recetas y los sabores, de respetar los ritmos de las estaciones y del convivio, y de identificar las variedades en los distintivos lugares de producción y los propios artífices. Se afirma, por tanto, la necesidad de una educación del gusto como mejor defensa contra la mala calidad y los fraudes, pero sobre todo contra la homologación de nuestras comidas.

¿Y cómo lo hace todo esto Slow Food? Reconociendo los Presídios, primero que nada, que son el verdadero instrumento de reconocimiento y valorización de la biodiversidad; a través de las publicaciones de Slow Food Editore, con las que difunde estudios y educación alimentaria; mediante eventos importantes, como Terra Madre, un encuentro mundial entre las Comunidades del Comida, o manifestaciones como el Salone del Gusto, Cheese o Slow Fish en los que Slow Food defiende los derechos de los pueblos a la soberanía alimentaria.

En perfecta sintonía con Slow Food, también Spaghetti & Mandolino pretende dar el justo valor a las producciones que distinguen áreas geográficas específicas, productos especiales que la tierra otorga solo en determinados municipios, o creaciones del hombre que solo una cultura específica o un clima particular permiten que se conviertan en verdaderos joyas irreproducibles en otros lugares.

Compartimos la filosofía de Slow Food, que comienza con el descubrimiento del placer alimentario docto, sensible y responsable. Para acercarnos a esta conquista es necesario reflexionar sobre la lentitud, porque son precisamente las producciones lentas, ricas en tradición y en armonía con los ecosistemas, las que son saludables, además de verdaderas delicias.

Los Presídios de Slow Food ya desde hace un tiempo forman parte de Spaghetti y Mandolino, pero será nuestra responsabilidad encontrar otros productos característicos que puedan gustarles. Nuestros expertos seleccionadores están en busca, casi en el verdadero sentido de la palabra, de nuevos tesoros para incorporar en nuestro portal para que algunos de ustedes puedan disfrutarlos. Hemos dicho “algunos de ustedes” a propósito, porque los productos en Presidio Slow Food son obviamente muy pocos y con disponibilidad limitada en el momento de la recolección o de la producción.

Por ahora pueden echar un vistazo a los productos en Presidio Slow Food ya presentes en nuestro portal: Parmigiano Reggiano DOP Vacche Bianche, Caciocavallo Podolico DOP, Monte Veronese d'Allevo Dop di malga y Broccoletto di Custoza.