Les parecerá una broma, pero podría hacerse un regalo alternativo para el próximo San Valentín. Tiene el color rosa y la forma de una rosa, pero no es una flor: ¿qué es? Es una especialidad de las tierras veronesas y es lo que nosotros de Spaghetti & Mandolino les proponemos para una cenita romántica: el Radicchio Rosa di Verona.
Bellísimo de ver, crujiente, dulce y al mismo tiempo amargo al gusto, en resumen, una agradable sorpresa. El Radicchio Rosa di Verona proviene, de hecho, de la larga tradición veneta de producción de los radicchios rojos de varias tipologías, desde los muchos variegados y espadones trevigianos hasta el Radicchio Rosso di Verona IGP, el oro rojo de la baja veronesa, como les gusta llamarlo en las llanuras al sur de la ciudad scaligeras.
No podría haber nacido en otro lugar que en las tierras de los dos jóvenes enamorados más famosos del mundo, Julieta y Romeo. La Rosa di Verona es un tipo de radicchio raro y producido no en grandes cantidades que ofrece placeres gustativos muy interesantes y, por esta razón, es particularmente usada también por la cocina de autor. Excelente para una fresca ensaladita colorida que se puede combinar con aperitivos de pescado y tartares de carne. Se usa mucho como elemento para contener por ejemplo cócteles de gambas en salsa rosa, para servir colas de gambas fritas o con langostinos y otros crustáceos.
La hoja permanece particularmente crujiente y su sabor suave y ligeramente amargo hace que este radicchio sea ideal para envolver tartares de carne o cortes de carne de razas nobles. No se presta mucho a risottos o otras recetas donde se utilizan en cocción, pero se vuelve excelente para rellenar sándwiches club sabrosos y dar color a sus platos con armonías sugerentes. También es agradable para acompañar quesos delicados y cremosos como por ejemplo crescenza, stracchino, Casatella Trevigiana DOP o robiola fresca piemonte. También es agradable con gotas de Gorgonzola DOP dulce y cremoso.
Zenzerito, nuestro delicioso queso cremoso con Jengibre, Lima y Pimienta Roja: será una auténtica sorpresa. Sirvan el radicchio rosa en un hermoso tazón de cerámica blanca y dejen los corazones abiertos: parecerá un verdadero ramo para una velada deliciosa y definitivamente romántica.
Y feliz San Valentín a todos!
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