Oda a la pasta italiana entre historia y arte: ¡y ahora te como!

En Gragnano, en el hermoso valle de los molinos que sube por los Monti Lattari, el agua durante más de 600 años ha sido la magia de Espaguetis y Macarrones. En la plaza San Leone, la fuente monumental de 1604 recoge las aguas que llegan de las cumbres y se puede saborear en toda su pureza y dulzura. La pasta italiana nace precisamente entre las calles estrechas construidas para crear un secadero a cielo abierto.

La pasta: un mito napolitano que ha sabido, con sus varias formas, conquistar el mundo. Son múltiples las anécdotas y las imágenes famosas relacionadas con este producto simple de la naturaleza y del trabajo del hombre. ¿Cómo olvidar la famosa broma de Alberto Sordi, en la película Un americano en Roma, “Macaroni… me has provocado y yo te destruyo! Macaroni, ¡yo me los como!”. ¿Quién se olvida de las manos de Totò que llenan los bolsillos de espaguetis con salsa en la película Miseria y Nobiltà? Federico Fellini, contándose frente al Castel dell’Ovo en Nápoles, afirmaba genialmente “la vida es una combinación de pasta y magia”. Una de sangre napolitana como Sofia Loren nunca desdijo sus orígenes gastronómicos y solía decir “¡todo lo que ven se lo debo a los espaguetis!”.

Quien ama la historia de la cocina italiana no puede olvidar la querella entre Giacomo Leopardi y el cantor napolitano Gennaro Quaranta. Leopardi en 1835, en pocas líneas de la composición I Credenti, afirmó todo su desprecio hacia el pueblo napolitano por su amor por la pasta.
“…todo en mi perjuicio
se ama Nápoles a la defensa
de sus macarrones; que a los macarrones
antepuesto el morir demasiado le pesa”.
Gennaro Quaranta le respondió con toda la maestría de la ironía mordaz napolitana, que hace reír mucho.
“¡Oh sublime Cantor de Recanati,
que, maldiciendo la Naturaleza y los Fatos,
indagabas dentro de ti con repugnancia.
Pero si hubieras amado los Macarrones
Más que los libros, que hacen el humor negro,
no habrías sufrido males agudos...”.

Espaguetis & Mandolino ha buscado desde el inicio ofrecer a su cliente una amplia selección de pasta, porque representa el eje de la cultura gastronómica típica italiana. Finalmente podemos contarles la antigua historia de la pasta veraz italiana (¿conoces la historia de la pasta de Gragnano?) con el histórico Pastificio Mulino di Gragnano y la evolución más moderna de la pasta proveniente de los verdes valles de las Dolomitas de Fassa, con el Pastificio Felicetti (aquí presentamos un poco de historia y formatos de Felicetti). Hemos elegido pastificios nobles marchigianos como el de la familia Columbro y estamos incorporando una nueva realidad de cadena completa proveniente del Piamonte.

Y para terminar, déjenos un poco de italianidad popular, (nada que ver con Leopardi mencionado anteriormente) que representaría citando una hermosa frase de Catherine Deneuve: “Los italianos solo tienen dos cosas en la cabeza: la otra son los espaguetis”. Nada más que añadir.