Rosa María Victoria, una madre de oro con manos hábiles.

Una mamá de oro entre los Apenninos molisanos: Maria Vittoria Rosa es pasión en estado puro, una mujer que ha hecho de la fermentación y de la investigación sobre productos fermentados su vida. Merirose, Pino, Giulietta y Angelo, sus cuatro hijos, han seguido sus enseñanzas, acumulando experiencia y tanta pasión por panes, dulces y delicias al horno que están conquistando Italia.

¿Recuerdas la vieja tienda del pueblo donde podías encontrar de todo? En Cercepiccola todavía existe y es propiedad de la familia Del Rosso. La comunidad utiliza este espacio para comprar todas las maravillas de la fermentación. En el mostrador siempre está ella, Maria Vittoria, con su mirada dulce y al mismo tiempo orgullosa. La de las mujeres del sur: pocas muecas, pero mucha sustancia. 

Entre los muchos productos que se pueden encontrar en su tienda, hay también un pequeño espacio, en un rincón, con una silla y una mesita. Es el lugar donde Merirose, la hija, gestiona la parte administrativa. Al otro lado, otra mesita para las personas que quieren servirse y detenerse por un momento. Es allí donde se cuenta la vida del pequeño pueblo antiguo. Y Maria Vittoria tiene una palabra amable para todos y, en su orgullo, siempre logra apagar chismes y desear un buen día. 

La cultura del pan, en este rincón de paraíso del centro de Italia, es uno con la misma naturaleza del hombre. La hogaza resiste a los panes congelados, de hecho: aquí ni siquiera saben qué son. “¿Pero qué es, una broma?”, diría el anciano que acaba de salir de la tienda, mordisqueando la corteza de un pan casero. Aquí también lo dirían los llamados “millennials”. Con el pan no se transige, y las nuevas generaciones también lo saben. 

Maria Vittoria es un poco la mamá de Cercepiccola y su producción es de altísima calidad. Detrás de la mesita de las charlas y la acogida, hay una gran cantidad de libros de cocina en desorden. Entre ellos destacan los de Iginio Massari, el virtuoso pastelero bresciano, que ha formado a los más grandes panaderos y pasteleros italianos. “Amo la creatividad y la habilidad interpretativa de Iginio y quise regalarme un curso con él en Brescia –afirma Maria Vittoria–. Han sido momentos magníficos que nunca olvidaré y que me han enseñado a perfeccionar las técnicas de amasado y el uso de la creatividad en el laboratorio”. Conocimientos que luego ha transmitido a sus cuatro hijos, conocidos y estimados por todos en el pueblo. Pino, además, en Cercepiccola es llamado por todos Pino Pane!

En el horno trabajan todos, pero es Pino quien principalmente hace el pan; Merirose y Giulietta ayudan a mamá en la pastelería y en la producción; el marido de Maria Vittoria y Angelo hacen las entregas; ella, en cambio, recibe con una sonrisa a los clientes en la tienda. Un trabajo familiar extraordinario que vive de gestos simples y ancestrales, como lo son los de quienes tienen las manos en la masa. 

Para el Día de la Madre hemos elegido los productos de una gran panadera y pastelera de Molise. El paquete Mamma Dolce está hecho con sus propias manos y está dedicado a todas las mamás de Italia con amor, fantasía y su hermosa sonrisa!

Bernardo Pasquali 

S&M