Nuestro árbol de la abundancia: Spaghetti&Mandolino.

El árbol de Mayo, también conocido como el árbol de la Cuccagna, es un mito derivado de diversas culturas populares y siempre ha sido venerado como símbolo de la nueva temporada cálida y de sus promesas de abundancia. Su origen se sitúa en los cultos arbóreos difundidos en toda Europa a partir del área celta, en las llamadas fiestas de Mayo, que serían una persistencia de los antiguos cultos de fertilidad, muy importantes para las poblaciones de campesinos. Tradiciones, juegos, grandes comidas alrededor del gran árbol sagrado del pueblo: las culturas de nuestros antepasados más remotos se han perdido un poco con el paso de los siglos, pero hoy les rendimos homenaje.

El árbol de la Cuccagna es lo que queda del arcaico árbol sagrado de Mayo, despojado de toda magia y de todo significado sacral: un juego popular dedicado a los jóvenes del pueblo que consiste en que estos deben intentar tomar premios, generalmente productos alimenticios muy proteicos, en la cima de un palo todo engrasado con grasa animal, muy resbaladizo. Las proteínas y calorías conseguidas del árbol eran luego llevadas a casa por el chico, quien las compartía con toda su familia.

Cada pueblo donde se celebraba alrededor del sagrado árbol de Mayo se transformaba en el País de la Cuccagna, que en la literatura antigua era el lugar de la abundancia culinaria y del bienestar absoluto gracias a la barriga llena. La palabra Cuccagna quizás deriva del latín coquere o del provenzal cocagna que a su vez deriva de coque, cáscara de huevo o de fruta. O también del provenzal coca, pan dulce. Pero diseminadas en todas las lenguas europeas, hasta el francés cockaigne, el irlandés antiguo cucainn y aún el español cucaña son referencias a la cocina, entendida también como ración alimentaria, a la pereza, a la glotonería y al comer hasta el agotamiento, preferiblemente sin trabajar. En Holanda, el mismo concepto está asociado con Luilekkerland, tierra de la pereza y la glotonería.

Lo que queremos hacer hoy es transformarnos en el País de la Cuccagna, celebrando las hermosas estaciones que están comenzando (aunque se están calentando muy lentamente) enalteciendo las proteínas y deleitándolos a ustedes, nuestros jóvenes y valientes amigos, tratando de incitarlos a escalar nuestro árbol.

Podríamos hablarles de Salumificio Pavoncelli, que desde hace 110 años produce en la renombrada Valpolicella los embutidos típicos de la tradición veronesa y no solo. Ventricine piccanti, spianate, carne salada, arista al horno: ¡productos excepcionales! O hablamos de Pedrazzoli, una familia que fue la primera en Italia en producir embutidos orgánicos de cadena completa: eso significa que producen todo, desde el alimento para el ganado hasta el producto final. ¡Su salame delle nebbie y la pancetta casereccia son algo único! ¿Y de Corrado Benedetti no queremos hablar? Entre las rocas blancas de la Lessinia, la tierra de los Cimbros, donde la familia Benedetti ha aprendido antiguas tradiciones pastorales, primero lácteas y luego de caza. De Corrado Benedetti elogiamos sobre todo los embutidos afinados al Amarone, ¡una verdadera delicia! ¡Imposible no alabar el Salumificio Giannelli, una verdadera joya de las carnes de calidad en Italia: productos galardonados y verdaderas excelencias difícilmente encontrables en otro lugar! ¡Pancetta y salchichas beneventanas insuperables! Continuamos con otra excelencia: el Salumificio Del Sante, verdadero El Dorado norcino de los colli parmensi cuyos productos forman parte de las antiguas tradiciones del lugar y hechos completamente sin aditivos ni conservantes! Cerramos con el orgullo de Ferrara, el Salumificio Zironi, verdadero orgullo de la producción de la salama da sugo!

Sabemos que los hemos hecho sentir realmente en el País de la Cuccagna, al menos por un momento, pero para que la magia no se desvanezca sigan visitando las páginas de nuestro portal, especialmente la de los embutidos! ¡Escalen este árbol de Cuccagna llamado Spaghetti y Mandolino!

S&M