Ciertamente, este austero marqués de edad avanzada con su elegante cilindro nunca se habría esperado llevar el nombre de un grano con el que se hace una magnífica pasta. Raffaele Cappelli, senador abruzzés en la XIV legislatura del Reino de Italia entre 1919 y 1921 y parlamentario en varias legislaturas anteriores, siempre se destacó por su voluntad de hacer crecer el Sur, de desarrollar y avanzar sus tierras natales. Por esta razón, había financiado los proyectos de un genetista, un verdadero revolucionario para entonces: Nazareno Strampelli.
La voluntad era crear un híbrido de trigo que pudiera resistir enfermedades y ofrecer un mayor rendimiento desde el punto de vista nutricional. En el Centro de Investigación para la Cerealicultura de Foggia, después de varios intentos desde finales de los 800, Strampelli logra en 1915 aislar una cepa de trigo con las características deseadas. Registra la patente y lo dedica al Senador que tanto ha creído en él.
Así es como nace el Trigo Duro Senatore Cappelli, que hoy está invadiendo todas las mesas más perspicaces italianas e internacionales. ¿Por qué perspicaces? Porque se trata de un producto que podemos definir como “superfood” o funcional gracias a su composición tan única. Su tierra es el Sur: Puglia, Basilicata, Calabria, Sicilia, Campania.
Bernardo Pasquali
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