Septiembre, es tiempo de regreso de los pastos con la transhumancia.

La transumanza es una fascinante práctica pastoral que une Italia de norte a sur. El regreso de los animales de los pastos de montaña siempre ocurre en el mes de septiembre y cierra una temporada del hombre. De hecho, sigue siendo una de las prácticas que marcan las estaciones de la vida simple de quienes viven de pastoralismo.

En este momento, vacas, cabras y ovejas regresan a los establos, cerca de las viviendas de los pastores: la transumanza es el largo camino a casa. El regreso de las vacaciones, en cierto sentido. El frío invernal y las condiciones meteorológicas ya no permiten que los animales permanezcan en la alta montaña. En las áreas del sur, la transumanza no sigue los ritmos y períodos marcados en las áreas alpinas, pero incluso en las alturas de las Madonie, los animales ya no los podremos ver libres y alegres al viento de la mañana.

Hay muchos ritos que acompañan la transumanza. Justo porque la relación estrecha entre el hombre y el animal en algunas zonas también determina los ritmos de la vida cotidiana, la llegada de los animales está acompañada de fiestas en la plaza, largas procesiones con los animales adornados con drapeados y flores, es una fiesta que involucra a toda la comunidad.

En el Altiplano de Asiago, se recuerdan los ritos de la transumanza de los antiguos pueblos cimbrios, que regresan a la ciudad con filas de vacas coloridas y todos los hombres y mujeres vestidos de gala en sus trajes tradicionales. También es hermosa la de Rodengo en el Alto Adige o la de Lazfons siempre en el Valle Isarco. Muy hermosa también la transumanza de Pont Canaves en el Gran Paraíso en Valle d’Aosta. Muy fascinante y ancestral es la fiesta de la transumanza en Geraci Siculo con las vacas ragusanas que descienden de las Madonie. Rica en contenidos también es la de Borno en Valcamonica. En todas las fiestas, hay un despliegue de colores, música y sabores típicos de la región. Una gran oportunidad para conocer los ritos y tradiciones de pueblos que no quieren perder su identidad.

Así que gracias al ganado que regresa y que nos ha donado un leche de pasto de montaña fabulosa con la que se hará un excelente queso. Como siempre.


Fabio De Vecchi

S&M