Artesanales y típicos: nuestros dulces navideños.

¡Si no es artesano no nos gusta! Parece un eslogan publicitario, pero es nuestro compromiso continuo en la búsqueda de productos de excelencia que provienen de las entrañas de una Italia sabia ligada a una cocina tradicional que nunca decepciona. Arriba y abajo por pastelerías, talleres artesanales y cocinas prestigiosas para encontrar lo que es para ustedes. Clientes curiosos, apasionados, nunca saciados de conocimiento gastronómico italiano. En esta selección de dulces artesanales que les proponemos hay un hilo conductor sustancial: las manos, su uso en las masas, en la elaboración de las materias primas y la elevación del producto final.

Panetones estrellados

De panetones hay muchos, de talleres artesanales que producen levados cada vez más. En esta galaxia de productos es muy difícil orientarse y, a veces, la calidad no es de esas excelsas. El Panettone artesanal no se inventa: el conocimiento de las largas fermentaciones con masa madre, la producción de frutas confitadas que se deshacen en el paladar, las almendras garrapiñadas de la manera correcta, etcétera. La maestría y el virtuosismo, sobre todo en los levados, es un don que difícilmente se inventa. Precisamente por esto hemos probado muchos y al final llegamos entre los bosques y prados aún no nevados del altiplano de Asiago, en la fascinante aldea cimbra de Kaberlaba. Aquí se encuentra una joya gourmet que ha conquistado el mundo. Un joven chef estrellado, Alessandro Dal Degan, un virtuoso que fascina por su cocina de territorio. Un druida de hierbas aromáticas, cortezas, líquenes, hongos y preparaciones antiguas en versión decididamente contemporánea. Desde hace más de un año está desarrollando sus levados, unos panetones extraordinarios que hemos querido a toda costa en nuestra tienda. El Panettone Clásico y dos creaciones gourmet; uno de jengibre, limón y chocolate, el otro integral con avellanas. Tres obras de arte culinarias que elevarán el placer de su mesa y garantizarán un final espectacular para su fiesta.

El crocant de los Dogos

Es uno de los dulces preferidos por los Dogos venecianos y su receta ha permanecido inalterada a lo largo de los siglos. El Mandorlato de Cologna Veneta es, sin duda, el turrón crocante más delicioso que se puede encontrar en el periodo navideño. Una capa de almendras tostadas amalgamadas por una fusión de clara de huevo y miel de alta calidad. Los venecianos eran locos por él y, a decir verdad, lo son todos aquellos que lo prueban por primera vez. Se produce en Cologna Veneta en la llanura veronesa, una enclavación veneciana en la tierra firme, donde aún hoy se habla veneciano. Desde aquí las pastelerías preparaban estas suculentas barras de crocante de almendras que llegaban a las villas venecianas y en aquellas de propiedad de los riquísimos comerciantes a lo largo de las orillas del Brenta. Las fascinantes villas venetas.

La Spongata, el dulce de Giuseppe Verdi

En el empaque está su imagen. El rostro solemne de Giuseppe Verdi de Busseto. De hecho, este dulce tradicionalísimo de la llanura parmesana se llama precisamente Spongata de Busseto. Es el del histórico sello Muggia que en Parma sigue siendo el más reconocido. La Spongata de Muggia es una institución ciudadana y nació durante la preparación de la Ópera Don Carlo precisamente en la histórica pastelería bussetana. Es una torta con una masa quebrada que envuelve un relleno de color marrón muy rico, compuesto de miel, almendras, piñones, frutas confitadas, cidra, uva y pan galleta pulverizado. Una delicia al paladar que se puede disfrutar con un excelente vino dulce blanco italiano.

La simplicidad rima con tradición

Desde las colinas y montañas de Molise, nuestra Rosa Maria Vittoria produce cada año en su antiguo horno delicias para las festividades de su pueblo. En Cercepiccola, su horno es un pilar de la tradición regional de panificación y repostería. Sus dulces para las fiestas cuentan la historia de un tiempo que nunca ha pasado. En la simplicidad hay toda la placereza y la calidad de una historia de humanidad ancestral. Les proponemos el Pallotto de Cercepiccola, un levadizo todo cubierto de fino chocolate. Finalmente, los deliciosos Mostaccioli de chocolate donde se aplica la ley “uno tira al otro” en Navidad, Año Nuevo y en cualquier día del año.

Los dulces de Abruzzo

Il Mattarello es una hermosa realidad histórica abruzzesa, donde la calidad y la tradición van de la mano desde hace décadas. Sus creaciones recorren los simples productos de repostería que alegran las mesas de las familias de esta hermosa región italiana. En particular, sus fagottini están hechos solo con ingredientes locales y serían excelentes para una repostería seca navideña de fina comida con un excelente vino espumante italiano Moscato DOCG. No solo las clásicas albaricoques, sino que los fagottini más tradicionales son los de Visciole silvestres que, por esas partes, se recogen entre los arbustos de los árboles en los campos.

Los dulces del Palladio

Estamos encantados de anunciarles que la histórica Pasticceria Venezia de Vicenza se ha convertido en nuestro proveedor especial. Uno de los locales más queridos por los vicentinos que se encuentra justo en la plaza principal de los Señores, debajo de la extraordinaria Basílica Palladiana. Pasticceria Venezia produce todo a mano y sus dulces son de rara refinación y elegancia en los sabores y en la composición equilibrada de las materias primas. Hay muchísimas preparaciones que pueden encontrar y para estas fiestas navideñas les recomendamos las tortas de pistacho, de avellanas, los dragées de chocolate y de innumerables otros sabores. Si desean divertirse con un poco de autoironía vicentina, les recomendamos los Magnagàti, un dulce bellísimo en forma de gato que representa el dicho popular de los venetos: “Vicentini magnagati, veronesi tutti mati, venziani gran signori, padovani tutto lori”.

Bernardo Pasquali

S&M