Vinos que celebran la Navidad: del Prosecco al Amarone

Las fiestas nunca son tales, sobre todo aquellas relacionadas con los últimos días del año, si no se descorcha una botella de vino de encanto y rara placidez. En resumen, todos nos convertimos un poco en sommelier y, para quienes lo son de verdad, es el momento de lucir un poco de cultura enológica con familiares y amigos. Para quienes, en cambio, son curiosos, enamorados de la vida y buscadores de cosas buenas italianas y, en este caso, de vinos italianos, ahí estamos nosotros para ayudarte a causar buena impresión. 

Equivocarse con el vino a veces es peor que equivocarse con la comida. Si el vino no está a la altura, todo lo demás parece menos importante y bueno. En nuestra selección solo hemos buscado vinos de alta calidad, quizás difíciles de encontrar, pero aquí radica precisamente nuestra peculiaridad: ¡vinos raros para gente única!

Partimos de un hecho: no les presentaremos un Champagne. Aunque los italianos lo beben en cantidad, no nos parece correcto para un portal que apunta a la tipicidad italiana como el nuestro. Por esta razón, les proponemos algunos productos de excelencia que sorprenderán a usted y a sus comensales.

Empezamos con los vinos que hacen “pam!”. Un golpe de corcho y ya, abrazos, besos, sonrisas, aplausos, apretones de manos. Ya sea Vigilia de Navidad o Año Nuevo, un pequeño estallido en la mesa siempre hace fiesta, aunque el protocolo y los sommeliers nos aconsejan no descorchar nunca un vino haciendo ruido. “¡Con todas esas... todas esas burbujas!”: lo cantaba Vasco Rossi, aunque nuestras son las burbujas nobles de los más bellos territorios italianos espumosos. Los que nosotros proponemos son los clásicos italianos: Superiore Prosecco y Franciacorta con la adición de un excelente Lessini Durello.

Entre Asolo y el Montello

Hay mucho Véneto entre las burbujas. En particular, hemos elegido Asolo como municipio de referencia: el tercer municipio DOCG de la denominación. El Asolo Prosecco Superiore DOCG Brut de la bodega Giusti es un vino que se distingue por su placidez y frescura. Como vino es excelente para acompañar toda la comida, o para un postre amable y alegre. Esta versión Brut es sin duda la que mejor interpreta su territorio, con una sensación frutal más delicada y una sensación particularmente equilibrada y seca en el paladar. La versión Extra Dry del Prosecco es la que, en cambio, se ha vuelto más trendy y contemporánea. La versión para el universo femenino y aquellos que buscan redondez, placidez, sensaciones briosas y matices cítricos.

Burbujas volcánicas

Otro Prosecco muy intrigante proviene de las antiguas tierras de Garganega, en Gambellara, y en particular de las propiedades de la bodega de Natalina Grandi. Una mujer que ha decidido cultivar sus propias vides y cuidar su tierra, transformando una pasión casera en una empresa agrícola que su esposo Giovanni Framarin y sus hijos, Luca, Lisa y Valentina, deciden hacer crecer en 2016 transformando la empresa en Tenuta. En el Prosecco DOC Natalina Grandi Extra Dry encontrarás ligereza y abundancia de fruta blanca. Una burbuja elegante y cremosa con un final delicadamente almendrado. 

Encanto de Franciacorta

Del Prosecco pasamos a otro must italiano: el Franciacorta. Una denominación que encuentra en este período su verdadera identidad y colocación. De Franciacorta no presentamos los nombres habituales, sino una bodega interesantísima que solo hace alta calidad y se propone a un público que no se conforma, sino que busca las pequeñas realidades vitivinícolas como emblema y estructura de toda la cadena productiva enológica del país. Nos gusta presentarles el Franciacorta Saten Millesimato de Monzio Compagnoni que ha obtenido notables valoraciones de la crítica experta y que, sobre todo, nunca ha decepcionado al consumidor más exigente. Sus vinos son eclécticos, fuertemente ligados a la estacionalidad, de gran robustez y carácter. Ideales para una cocina especiada y nunca banal. Excelente para acompañar quesos y embutidos de maduración media. Por último, es uno de los vinos más trendy de los últimos años que ha conquistado a los enamorados de las burbujas y a los cultores del mundo de los espumantes.

Durella gentil

El Lessini Durello es un gran espumante italiano que proviene de una de las uvas más menospreciadas por el mundo agrícola. Por su acidez, la uva ha sido llamada a lo largo de los siglos: cagnina, rabiosa y finalmente durella. Se usaba principalmente para vinos tranquilos ácidos, luego, con el tiempo, se ha logrado encontrar una forma de vinificación y espumantización con el método Martinotti que realzara sus características aromáticas y olfativas. Un espumante que te dejará sorprendido es sin duda el Durello Lessini Método Clásico, con 36 meses de tiraje en botella, de la bodega de Antonio Fattori.

Vinos emocionantes para hacer fiesta!

No hemos querido detenernos solo en los vinos espumantes. También hemos decidido aconsejarles un pequeño carnet de vinos de extraordinaria calidad, cada uno de los cuales cuenta una historia, una fuerte identidad de su productor. Son hijos más que vinos, piezas del gran mosaico de los grandes productores italianos que dejan huella. 

El valle de las piedras y las marogne

Empezamos con el Valpolicella Classico DOC “Pozzetto” reconocido desde hace años como el mejor vino clásico de toda la denominación. Un vino que no tiene nada de “base”, como se dice de manera superficial muchas veces. Un vino con un fuerte carácter y persistencia gustativa. Nace de los sedimentos fluviales de la antiquísima Valle de Fumane, donde los vinos huelen a cereza y especias picantes. De estructura y de excelente frescura. Un gran vino para primeros platos.

Los Campos de Flavio

Del otro lado de la provincia de Verona y de Valpolicella, un joven enólogo ha contribuido de manera inequívoca a definir la calidad de los vinos de los valles de Illasi y Mezzane. Su Valpolicella Campo Base de la Azienda Agricola I Campi sigue siendo un producto de altísima calidad y placidez. Excelente su tanino y muy elegante la cereza que expresa. 

Con la tierra entre las manos

También hemos incluido un vino biodinámico de una de las pioneras de los vinos BIO en Italia. Marinella Camerani de Corte Sant'Alda es, sin duda, una de las más excéntricas intérpretes de la enología italiana y veneta en particular. Sus vinos son simplemente únicos y emocionantes y alcanzan picos de calidad, en algunas cosechas, inalcanzables. De Marinella les presentamos el Valpolicella DOC Cà Fiui 2013 que deben saborear absolutamente en magnum.

Éxtasis de Recioto

Para terminar sus cenas o almuerzos navideños les aconsejamos un vino rarísimo que es parte de la antigua tradición enológica de la provincia de Verona y, en particular, de su colina de Valpolicella. ¿Aún has escuchado el Recioto? Quizás sí. Pues bien, es uno de los vinos tintos dulces de postre más grandes que existen en producción en el planeta. Sin embargo, tiene solo un consumo local, aunque en el extranjero hay algunos cultores y aficionados. Se obtiene con las uvas pasas hasta el día del Viernes Santo con un grado de viscosidad y cremosidad muy acentuado, con una frescura y una sensación frutal roja pasa increíbles. Excelente para acompañar postres a base de chocolate o chocolate negro puro al 50%. Nosotros les proponemos el espléndido Recioto della Valpolicella Classica DOCG Le Giarette de las bodegas Le Bertarole. 

Campo de Villa

Pero, ¿una fiesta de fin de año o un almuerzo de Navidad sin un gran Amarone DOCG qué fiesta es? ¡Correcto! Aquí tienen, por lo tanto, una bellísima novedad de la Valle de Negrar y, en particular, de la antigua fracción de Villa. La familia Ruffo y el joven Francesco han comenzado la aventura de Nepos Villae con el primer Amarone DOCG  de su historia. El Amarone della Valpolicella Classico DOCG “Campo di Villa” 2013. Un vino fascinante e ideal para grandes carnes y guisos, capones y lechones. ¡Un vino emocionante!

Bernardo Pasquali

S&M