Fontana BIO: entrevista a Erika Fontana

Erika es una hermosa joven, con unos ojos azules impresionantes, muy simpática y dispuesta a ser entrevistada. Está comprometida con la empresa familiar, que se dedica a la producción de productos orgánicos. Fontana BIO nació de la colaboración de toda la familia Fontana. La empresa está situada en Arcè, un pequeño pueblo en el municipio de Pescantina, en la provincia de Verona. La dedicación a cultivar la tierra es única. Erika es la nueva cara de esta empresa. Te la presentamos.

¡Hola Erika!

Nos gustaría preguntarte, ¿por qué, siendo arquitecta, decidiste dedicarte por completo a la producción de productos orgánicos?
Hola, te diré que fue un proceso natural. Me dedicaba a la planificación urbana en el centro de Verona. Mientras tanto, mi familia tenía una empresa agrícola y vendía productos frescos. Para mí, fue un regreso a la naturaleza, a un ritmo más cercano a la tierra. Ahora me encargo del sector comercial de nuestra pequeña empresa. El ritmo es diferente pero no más lento, ya que gestiono una realidad que está en constante movimiento y evolución. Desde 2011, me ocupo de los productos transformados. Empecé con el jugo de manzana y luego con otros productos.

¿Por qué orgánico? ¿Fue una decisión económica, una elección de vida o una cuestión de amor?
Definitivamente no fue una decisión económica. La empresa es orgánica desde 1995, mucho antes de que se pusiera de moda. Es una filosofía de vida, especialmente al principio, y nada más. Esta decisión está impulsada por la pasión, el respeto por el medio ambiente y el deseo de continuar una tradición familiar. Mi abuelo nos dejó la tierra y el conocimiento tradicional de los métodos de cultivo, que luego fueron retomados y reorganizados por mi padre y mi tío. Ellos se encargaron de la conversión a orgánico, y desde entonces no hemos parado.

Las plantas y los cultivos se adaptaron con la ayuda de pioneros en la agricultura orgánica. Estamos comprometidos a ofrecer a nuestros consumidores los mejores productos, comenzando por la tierra, con cuidado y respeto por el medio ambiente. Además de la protección de las plantas y el uso de productos naturales, es crucial monitorear la explotación del suelo y preservar la diversidad vegetal. Las plantas deben estar espaciadas de tal manera que permitan el paso de la maquinaria durante la cosecha sin dañar las plantas o algunas de sus partes. A menudo, se utilizan asociaciones de plantas para que se protejan mutuamente de plagas e insectos.

Hemos visto que ofreces productos específicos como "jarabe de flor de saúco". ¿Esta elección se basa en un estudio de mercado, en la demanda de los clientes o en una elección de gusto personal?
No hicimos estudios de mercado, todo sucedió de forma natural. En nuestra empresa, se cultivaban plantas de saúco, y gracias al asesoramiento de nuestro consultor en Rovereto, decidimos producir jarabe de flor de saúco. Un ingrediente útil para la elaboración del famoso Spritz Hugo. Para desarrollar un nuevo producto, partimos de una idea, la probamos en el laboratorio, y una vez que está lista y aprobada, la lanzamos al mercado. La crema de tupinambo, por ejemplo, es una crema hecha a partir de la raíz de plantas silvestres, perfecta con risotto. En la región de Arcè, esta especie herbácea es bastante común, y con la ayuda de nuestro consultor en agroalimentación, decidimos crear un nuevo producto.

Nuestra producción inicialmente se centró en productos dulces, en línea con los huertos, y gradualmente introdujimos productos salados, como cremas de verduras. Ambas líneas de productos funcionan bien.

En tu compota de naranja y canela también utilizas stevia. ¿Qué es? ¿Cuáles son sus propiedades?
La stevia es una planta aromática. Sé que proviene de América del Sur y que es legal en Italia desde hace unos dos años. Por un lado, se vende en su forma cruda, y por otro lado, se procesa para producir un edulcorante. Es utilizada con frecuencia por personas diabéticas, ya que no altera los niveles de azúcar, pero no tiene un sabor muy agradable. En la compota de naranja, el contenido de azúcar es solo del 10%, inferior al promedio, y agregamos un poco de canela para suavizar el sabor.

Hablemos de las intolerancias alimentarias, que están en aumento. ¿Cómo está reaccionando el mercado a este fenómeno?
Las intolerancias alimentarias están aumentando, y muchos de nuestros clientes sufren de diversas afecciones. Nuestros productos son aptos para todos, especialmente para aquellos con necesidades específicas, como vegetarianos, veganos y celíacos, ya que todos nuestros productos son sin gluten.

¿Cuál es el producto de Fontana Bio que más te gusta y cuál el que menos?
Me encanta la mermelada de durazno, pero no soy muy fanática de la mostaza.

Tu empresa sigue un estricto protocolo orgánico. ¿Qué significa eso?
En primer lugar, nuestra empresa es asistida y supervisada durante todo el año por un consultor que guía nuestras decisiones. El protocolo orgánico es muy riguroso. El ICEA, el Instituto de Certificación Ética y Ambiental, controla cada paso de la producción. Los inspectores realizan investigaciones durante todo el año, especialmente en verano, cuando pasan un día completo cada mes verificando la funcionalidad del sistema. Son muy meticulosos y profesionales, especialmente al verificar los programas de tratamiento, los tiempos de ejecución, las distancias entre las plantas, etc.

Una mirada al futuro… ¿en qué productos te concentrarás? ¿Prevés novedades?
Tenemos varias ideas para el futuro, entre ellas expandir el cultivo de verduras para producir más productos salados, y uno de nuestros sueños es producir miel y crema orgánica.

Bernardo Pasquali