Todo lo que necesitas saber sobre conservar alimentos.

¿Estás seguro de conservar bien tus alimentos? La conservación de los alimentos no es un juego: nosotros de Spaghetti & Mandolino te aconsejamos qué alimentos deben ir en la nevera y cuáles no.

Comencemos con una primera consideración: el frigorífico es el electrodoméstico de casa que más consume. Por esta razón, un uso correcto puede reducir drásticamente la factura de casa. Además, lo más importante es que se trata de nuestra salud. No todos los alimentos necesitan ser refrigerados, de hecho, en algunos casos el frigorífico puede dañarlos.

La miel y la mostaza: dos formas diferentes de conservación

La miel debe ser conservada en la despensa de casa sin pasos de luz y no en el frigorífico porque la temperatura fría causa la cristalización de los azúcares, modificando su consistencia. Una vez abierta, además, no debe ser guardada en la nevera. A diferencia de lo que se dice sobre la miel, la mostaza una vez abierta debe ser guardada en el frigorífico con la precaución de consumirla en un plazo de 2-3 semanas. Con el paso del tiempo, de hecho, la mostaza pierde sabor y gusto.

Cómo conservar mejor los embutidos

Contrariamente a lo que se piensa, el salami entero no debería ser conservado en el frigorífico porque la temperatura baja bloquea su curación y contamina su sabor. Por eso te aconsejamos colgarlo cabeza abajo para que el aire pueda circular alrededor y ninguna parte esté en contacto con una superficie. Si, en cambio, no dispones de una bodega o por comodidad prefieres el frigorífico, te recomendamos usar una hoja de papel de horno bien engrasada o un paño. Así, tu salami, tanto cortado como entero, no se volverá duro y seco. En cuanto a los precocinados como el cotechino o el zampone, estos no deben ser conservados en la nevera, sino que necesitan ser consumidos antes de la fecha de caducidad y no más allá.

Mil formas de conservar el queso

En cuanto a los quesos de curación media y larga recomendamos conservarlos en la bodega donde la humedad y la temperatura son óptimas. Sin embargo, si no tienes una bodega a tu disposición, debes adoptar ciertas precauciones para conservar el queso en el frigorífico de manera óptima. En primer lugar, es necesario entender que cada tipo de queso necesita su propia temperatura. Los quesos frescos no curados como el Mascarpone, Stracchino, Gorgonzola o Mozzarella deben ser colocados en la zona más fría, mientras que los quesos curados de pasta cocida como el Bitto Dop, Montasio Mezzano Dop y Piave Vecchio Dop en la zona menos fría. También te recomendamos colocar los quesos en los cajones de verduras y nunca en el congelador porque el frío excesivo altera su estructura y características organolépticas. La Mozzarella de Búfala, en cambio, debe conservarse fuera de la nevera en su envase que contiene el suero en el que se conserva. Obviamente en un lugar que no sea caliente, ni húmedo y debe ser consumida en pocos días.

En la conservación en frigorífico es una buena regla no alterar el embalaje original. Si, sin embargo, deseas conservar mejor tus quesos, envuélvelos en un paño humedecido para no dañar su sabor original. Además, antes de servirlos, te sugerimos sacarlos del frigorífico al menos una hora antes de consumirlos. 

Aceite de oliva: ¿en la nevera o no?

Otro producto que no debe guardarse en la nevera es el aceite de oliva, que debe conservarse en un lugar no iluminado, fresco y lejos de fuentes de calor. El lugar ideal sería la bodega, pero también en la despensa de casa puede ser una excelente solución.

Después de ofrecerte algunos trucos para conservar y utilizar mejor tus alimentos, ¡solo te queda ponerlos en práctica! 

Fabio De Vecchi

S&M