Dientes de ajo: un ingrediente valioso y rico en propiedades para la salud, muy utilizado en la cocina mediterránea. Es conocido por su carga aromática muy fuerte, que a veces puede resultar un detrimento para las relaciones sociales. Pero hay muchas maneras de utilizarlo y evitar este problema mientras se benefician de sus propiedades.
Dientes de ajo: el ajo pertenece a la familia de las liliáceas, y tiene orígenes muy antiguos, con 5000 años de cultivo. Aunque es típico de la cocina mediterránea, las primeras cultivos se localizan en Asia central.
Desde entonces se administraba a aquellos que realizaban trabajos que requerían mucha fuerza y resistencia física, como los esclavos, los soldados y los atletas. Por lo tanto, las propiedades beneficiosas han sido conocidas desde siempre.
El ajo fresco o ajo tierno se diferencia del seco por tener dientes compactos, sólidos y encerrados en el bulbo. La película que envuelve el ajo fresco está hidratada por el porcentaje de agua que contiene, lo que le confiere una carga aromática mayor, pero más delicada y refinada en comparación con el ajo seco. Del ajo fresco también se pueden usar los tallos, que al gusto son similares a la chalota o a la cebollino.
El ajo es un ingrediente base en nuestra cocina, particularmente utilizado para preparar salsas para aderezar la pasta con un sabor y aroma muy consistentes.
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En primer lugar, el ajo contiene sustancias que se activan al contacto con el aire: la intensidad de su aroma depende del tipo de corte. Cuanto más fino sea el corte, mayor será la intensidad. Por lo tanto, si no quieren que el sabor sea demasiado fuerte, pueden simplemente cortarlo a la mitad.
Cada diente de ajo contiene sulfhuro de alilo y alicina, que lo convierte en un antibiótico natural capaz de reducir los niveles de colesterol malo en la sangre y mejorar la funcionalidad cardiovascular. No solo eso: el ajo tiene numerosos elementos nutritivos como potasio, selenio, hierro, calcio, fósforo y vitaminas como A, B y C.
¿Se preocupan por el mal aliento? Para limpiar la boca y evitar este problema, pueden masticar perejil, menta o granos de café.
El ajo en polvo es muy útil, especialmente cuando se tiene poco tiempo para cocinar. Generalmente se usa en la mezcla de especias para marinar en seco carne o pescado, o para crear salsas, dips y rebozados para frituras. Se conserva durante mucho tiempo en la despensa sin perder por ello sus capacidades nutritivas. Puede ser un buen sustituto, especialmente cuando no se tiene mucha práctica en el corte de ajo.
De hecho, hay diversas maneras de cortar el ajo y cada una de ellas da como resultado un perfil aromático diferente. Un corte incorrecto puede aportar demasiado sabor y cubrir el de los ingredientes de la receta. Tengan cuidado al prepararlo, de eliminar siempre el germen interno, que es difícil de digerir.
En platos donde la textura es importante, como salsas y condimentos emulsionados, pela el ajo y rállelo finamente. En el pesto genovés, por ejemplo, el mejor procedimiento es machacar el ajo pelado en el mortero hasta convertirlo en crema: conserva su sabor, pero sin la nota intensa. Para saltear setas o verduras, generalmente el sabor del ajo se usa más contundente: en este caso, pela el diente y pícado, o córtalo en juliana.
Los dientes de ajo en la cocina se utilizan principalmente cuando se desea beneficiarse del aroma, pero sin conferir a los platos el fuerte sabor del ajo. En este caso, es recomendable pelar un diente y aplastarlo con la parte plana del cuchillo. Sofríelo en el aceite sin que se oscurezca y quítalo antes de añadir los otros ingredientes.
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El ajo se usa mucho para la preparación de asados y platos que requieren una cocción lenta. En este caso, se puede dejar en la sartén ya que la larga cocción contribuye a que pierda su aspereza.
Aquí hay un truco muy útil para dar a los platos un sabor inimitable: antes de cocinar, puedes frotar las paredes de la sartén o de la cacerola con un diente de ajo pelado, entero o cortado por la mitad, sin incluirlo en la preparación.
El ajo se puede utilizar como ingrediente protagonista para la preparación de muchas recetas típicas de la cocina italiana, como la bagna cauda piemontesa, donde el ajo está presente cortado en dientes; el ajo marinado, que se sirve como aperitivo, donde los dientes se marinan con vinagre, vino blanco, pimienta, laurel, enebro, azúcar y clavos de olor.
El ajo en dientes da sabor a sopas, minestrones, verduras salteadas, salsas y ensaladas. Cuando el ajo es un ingrediente protagonista, asegúrate de que sea un producto de excelencia, como el ajo BIO en red de Gusta Bio de Brio Spa, una de las principales realidades del biológico en Italia.
El ajo de Gusta BIO es de origen italiano o de la Comunidad Europea; es sano y certificado BIO. Gusta BIO de hecho basa su actividad y filosofía en la búsqueda de la máxima calidad de sus productos. Por eso, con el ajo Gusta BIO, cada plato tendrá una intensidad aromática única e inimitable.
La receta más famosa a base de ajo de la cocina italiana es sin duda el pesto alla genovese. Veamos cómo prepararlo según la tradición. Consigue 50 gramos de albahaca, dos dientes de ajo, 15 gramos de piñones, 70 gramos de parmigiano reggiano, 30 gramos de pecorino, 100 ml de aceite EVO, sal al gusto.
Lava la albahaca y sécala suavemente con un paño suave para no romper las hojas. En un mortero, convierte en pasta el ajo pelado. Añade una pizca de sal y las hojas de albahaca, continuando a machacar. Cuando comience a salir el líquido verde de las hojas, es el momento de añadir los piñones. Continúa mezclando y añade los quesos y el aceite en un hilo, poco a poco.
El secreto para preparar un gran pesto es el tiempo de preparación: debe ser lo más corto posible, para no dar la oportunidad a los ingredientes de oxidarse. Si prefieres usar una licuadora en lugar del mortero, usa la velocidad más baja y procede a intervalos para no elevar la temperatura de la mezcla. Al finalizar el procedimiento, colócalo en el frigorífico durante una hora antes de usarlo. El pesto se puede conservar en el frigorífico cubierto con aceite de oliva, o a largo plazo en el congelador, dejándolo descongelar antes de usarlo.
Y luego hay muchas más recetas, entre las cuales la más famosa es sin duda la spaghetti aglio olio e peperoncino, que - si eres más atrevido - se puede transformar en un aglio olio e cioccolato de la cual aquí proponemos la receta!
Dientes de ajo: ¡preciosas gemas de la cocina italiana! Sigue nuestros consejos para preparar platos sanos y siempre sabrosos. ¡Buen provecho!
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