La simpatía…el levadura de la vida.
Quien conoce a Paolo sabe que es un flemmático, tranquilo y simpáticamente bonachón…y aún así ama la velocidad, los motores rugientes, la Ferrari de Gilles Villeneuve y su moto de carretera. Paolo comparte esta pasión con amigos de toda la vida y lo hace con gran entusiasmo, como en todo lo que hace. Puede ocurrir que lo veas por las calles del centro de Verona en pantalones cortos y camiseta, ya sea con calor o con frío. Paolo proporciona los mejores hoteles y restaurantes del centro histórico y va en persona, porque encontrar al cliente es siempre una buena ocasión para hacer unas cuantas charlas. Hacer pan es un arte y él es consciente de ello.
Tío Guglielmo. El panadero de los ferroviarios
Desde joven frecuenta los locales enharinados del horno de su tío Guglielmo que, desde la posguerra, se encuentra cerca de la estación ferroviaria. Una atracción fatal que lo lleva a pasar gran parte de su tiempo libre aprendiendo el arte de la fermentación y la panadería. Es 1979 y con solo 13 años, Paolo se convierte en aprendiz del horno y desde allí se hace notar por su precisión y ganas de aprender lo más posible de ese mundo. Ama el rugido de los motores, pero también el crepitar de la corteza del pan recién sacado del horno. En 1982 decide convertirse en panadero a tiempo completo y en 1992 se hace cargo de la actividad de su tío. El horno se encuentra en un lugar muy concurrido por los veroneses.
En La Spianà, el corazón amarillo y azul de Verona
Un lugar antiguo que, desde siempre, se ha llamado La Spianà, precisamente por su conformación morfológica del terreno. Hoy es el reino deportivo amarillo y azul por la presencia del Estadio Bentegodi y el Palazzetto dello Sport. Su pequeño negocio es muy concurrido y emana en el barrio un agradable olor a corteza de pan. Paolo es un innovador y experimentador atento a la calidad del producto. No es solo importante que su pan sea bueno…para él, desde el principio, es importante que sea nutritivo y sano.
Bio. Una elección de vida
En 1997 decide certificar toda la producción biológica. Un paso fundamental que lo enumera entre los primeros en Verona. No solo produce pan, sino que también inicia un camino en la producción de snacks secos, grissini, schiacciate, crostini, crocche, etc… También inicia un camino de investigación de ingredientes que puedan integrarse de manera eficaz con la masa, ofreciendo, después de la cocción, resultados de gran agrado. Excelentes actuaciones también en los dulces típicos veroneses que fermentan, como el pandoro, el nadalin, la colomba y el más milanés panettone.
S&M en el centro del objetivo
Decir que es un tipo que siempre ha dado en el blanco en su carrera laboral podría incluso hacer reír…de hecho, después de los motores, su ardiente pasión deportiva se dirige al Tiro a Segno y parece que no falla un disparo. Su deseo de experimentación le ha llevado a aceptar con gran entusiasmo la colaboración con Spaghetti & Mandolino, para la cual ha decidido proponer una serie de productos secos muy sabrosos y completamente elaborados a mano. Primero, los hizo pasar por su jurado, como él lo llama simpáticamente. Un grupo de amigos (más o menos gourmets) a los que de vez en cuando involucra para probar productos y obtener el visto bueno. En definitiva, un personaje excéntrico y simpatiquísimo que se vuelve aún más encantador cuando te habla enfarinado de pies a cabeza.
S&M