Entrevista a Vittorio Moretti, empresario de Franciacorta.

El vínculo entre historia, amor por lo bello, por la naturaleza y por la familia se hace evidente en la conversación de Stevie Kim con Vittorio Moretti, emprendedor de gran experiencia y aguda intuición.

Quien como él nace como constructor, sabe mirar en grande, sabiendo que los cimientos son la base de toda la obra maestra. Moretti ha sabido hacer negocios no solo en el sector de la construcción, sino también en la gestión de empresas sostenibles vinculadas al vino, cuidando del medio ambiente y al mismo tiempo pensando en cómo hacer fructificar su trabajo, poniéndose siempre a prueba.

La entrevista se lleva a cabo en el sugestivo Convento de la Anunciata en Rovato, ciudad al pie del monte Orfano, en la parte meridional de Franciacorta. Aquí, a 400 metros sobre el nivel del mar, el monte Orfano hace favorables las condiciones para el franciacorta: al dividir la llanura de la colina, permite una diferencia de 2-3 grados y logra detener la humedad, garantizando así un terreno más seco. Estos factores han hecho que en esta área se encuentre el viñedo más antiguo de franciacorta, que ha permitido producir un producto extraordinario como su vino fino.

Vittorio Moretti ama los desafíos, así como divertirse diseñando y estructurando sus empresas en el sector vitivinícola. Es propietario de numerosas empresas renombradas como: Bellavista, Contadi Castaldi, Petra, La Badiola en Toscana, Teruzzi en San Gimignano y Sella&Mosca en Cerdeña, el viñedo más grande de Europa con 550 hectáreas donde se está trabajando en un viñedo completamente sostenible.

Finalmente, hay su gran amor por el Convento de la Anunciata, un lugar no solo de producción vitivinícola sino de estudio y recuperación de antiguos saberes y de reestructuración sostenible.

¿Cómo nació tu amor por el Convento de la Anunciata?

Este es un lugar extraordinario para mí, justo aquí donde nace la Franciacorta.

En mi libro “Renacimiento de la cultura del vino en el Convento de la Anunciata” hay una foto de mí con Gianni Brera en 1990, cuando tomé el viñedo que los frailes ya no podían gestionar. Luego seguí un minucioso trabajo de estudio e investigación del lugar realizado junto con la Universidad de Milán, con el objetivo de descubrir qué había originalmente en el Monte Orfano y sobre la historia del convento. Posteriormente se llevó a cabo un estudio exhaustivo para entender la calidad del viñedo. A través de estas investigaciones de selección clonal y masal se regeneró todo el viñedo existente para crear un producto único, fruto de la unión de plantas antiguas y nuevas de Chardonnay.

El trabajo de regeneración es un verdadero desafío, procediendo con el arduo y peligroso trabajo de terrazado de las viñas debido a la pendiente del terreno. Es un trabajo difícil, complejo, pero siempre estoy en busca de desafíos exigentes, que son los que brindan más satisfacciones y productos extraordinarios.

Tu familia trabaja contigo y has creado la Fundación Vittorio Mariella Moretti, ¿nos hablas de ella?

Sí, mis tres hijas, Francesca, Carmen y Valentina, cada una tiene un puesto en la empresa: entre enología, gestión de hoteles y arquitectura se han dirigido a diferentes ámbitos según sus inclinaciones para gestionar mejor cada aspecto de la gestión. La Fundación, ideada junto con mi esposa, quiere ocuparse como todas las fundaciones de cultura: en nuestro caso de la cultura del viñedo. Su misión es difundir la cultura de la sostenibilidad, de hecho, de la ecosostenibilidad, para que incluso el pequeño trabajador pueda llegar a una plena conciencia y luego aplicarla en su actividad.

Hoy aquí en el convento se lleva a cabo un congreso sobre sostenibilidad. ¿Qué es la sostenibilidad para ti y cuál es el objetivo de este congreso?

La sostenibilidad es una palabra difícil y hoy en día a menudo se abusa de ella y se utiliza inapropiadamente. En la gestión del viñedo, un trabajo ecosostenible significa en primer lugar mantenerlo saludable y no crear problemas a su vez al medio ambiente circundante, eliminando de los métodos de cultivo todos los productos químicos en favor de un producto final que sea totalmente genuino, natural y ecosostenible.

La ecosostenibilidad es la base de todo.

¿Qué te gustaría dejar un día a tus nietos como enseñanza de esta tu pasión por el mundo del viñedo?

Me gustaría haber enseñado a las personas a vivir bien y para vivir bien hay que vivir en un ambiente donde la ecología esté en primer lugar. La simplicidad a veces hace entender mejor los conceptos complejos y es el verdadero secreto para vivir bien la vida.

Stevie Kim