Rojos y sabrosos, los tomates son un alimento que es casi imposible no asociar con la cultura gastronómica italiana, la pizza, la caprese, al salsa para los mil formatos de pasta que pueblan nuestros platos principales. Sin embargo, estos coloridos y jugosos vegetales provienen incluso de otro continente, desde donde, hace siglos, llegaron para quedarse y aclimatarse.
La Sicilia y el Sur en general son la primera patria de los tomates en nuestro país, aquí favorecidos en su crecimiento por el clima templado y soleado: precisamente de la antigua Trinacria surgen algunas de las variedades más conocidas de tomates cherry, que vamos a describir en el artículo de hoy.
Hijos de la zona IGP de Pachino, Noto, Rosolini e Ispica, los tomates Pachino se dividen en cuatro variedades – cherry, costoluto, redondos lisos y en racimo – seleccionadas artificialmente en los años ochenta por Hazera Genetics. Resumiendo: un vegetal americano ha sido “reformado” por una empresa israelí y desde 2003 es IGP de Sicilia. No está nada mal para un alimento considerado común y trivial!
Los primeros Pachino tenían también un nombre propio, inicialmente: Naomi y Rita, dos variedades ya no disponibles en el mercado, pero “madres” del futuro éxito de estas redondeadas exquisiteces, amadas y apreciadas en toda la península.
De origen asiático es en cambio el cruce que dio origen al tomate datterino, más dulce, jugoso y con una piel más gruesa en comparación con sus “colegas” cherry. Aunque por formas no se diferencien de manera neta, los datterini no pueden ser confundidos con sus primos Pachino por las características organolépticas, ligeramente diferentes en las subvariedades.
Encontramos entonces los tomates luciérnaga, con un peso de 35-45 gramos; los tomates Datter, más dulces que la media; el tomate Mandurio, muy versátil en cuanto a características de maduración y recolección.
Tomates campanos conocidos por haber recibido el reconocimiento de DOP en 2009, los ejemplares de este cultivar de variedad Mill se distinguieron originalmente por ser fáciles de cultivar, conservar y consumir en conserva, en un período en el que era importante agilizar las demandas agrícolas y poder hacer reserva de un producto.
También llamados “tomates de montaña”, son producciones de altura situadas en el área metropolitana de la ciudad de Nápoles, en los municipios de Boscoreale, Somma Vesuviana, Torre del Greco, Portici, Ercolano, Torre Annunziata, Trecase, Cercola, Ottaviano, Massa di Somma, Boscotrecase, San Giorgio a Cremano, San Giuseppe Vesuviano, San Sebastiano al Vesuvio, Terzigno, Sant’Anastasia y Pollena Trocchia.
A continuación, aquí están los productos para los amantes de los tomates cherry que Spaghetti & Mandolino les recomienda!
Le recomendamos que disfrute
✔ ¡Ha añadido el producto a su carrito!