El ajo silvestre (Allium ursinum) es una planta herbácea perenne que pertenece a la familia de las Alliaceae, similar al ajo común (Allium sativum) pero con características y sabor distintos. Se conoce también como ajo salvaje, ajo de los acantilados o ajo de los bosques.
La antología nos propone dos versiones. Podría derivar del hecho de que la planta es consumida frecuentemente por los osos durante su fase de despertar de la letargia invernal o podría derivar de la palabra latina "ursus", que significa oso, y que podría hacer referencia al aspecto robusto y fuerte de la planta.
El ajo silvestre es una planta originaria de Europa y Asia occidental y crece espontáneamente en bosques, prados y zonas húmedas. Se recoge entre marzo y mayo, cuando las hojas son tiernas y aromáticas.
Las hojas del ajo silvestre son largas y estrechas, de color verde intenso y tienen un aroma delicado pero penetrante, similar al del ajo pero menos intenso. Las flores son blancas, en forma de estrella y se presentan en inflorescencias globulares.
En la cocina, el ajo silvestre se utiliza sobre todo por su sabor delicado y aromático, que recuerda al del ajo pero con un regusto más dulce. Las hojas pueden consumirse frescas en ensaladas, sopas y platos a base de huevos, mientras que los bulbos pueden ser picados y utilizados como el ajo común, para dar sabor a varios platos como salsas, guisos y asados.
Además, el ajo silvestre es frecuentemente utilizado para preparar el pesto silvestre, una variante del pesto genovés en la que se sustituye el albahaca por las hojas de ajo silvestre.
En Spaghetti & Mandolino ignorábamos su existencia hasta hace un par de años, luego descubrimos primero el pesto que se convirtió en el imprescindible de muchos aperitivos y luego también el queso madurado en hojas de ajo silvestre, un queso delicado pero con un regusto que los entendidos definirían como “interesante”!
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