Hay pocas cosas seguras en la vida y entre ellas, sin duda, el hecho de que tarde o temprano nos encontraremos en la situación de tener que enfriar una botella de vino blanco en pocos minutos.
Entonces, ¿cómo acelerar el enfriamiento de una botella de vino en pocos minutos?
A continuación, 4 métodos fáciles que nos permiten no tener que beber nuestro espumoso caliente:
Toalla mojada: envuelve la botella de espumoso en una toalla mojada y colócala en el congelador durante unos 15-20 minutos. La toalla húmeda permitirá que la botella se enfríe más rápidamente.
¿No tienes ganas de usar la toalla? También sirve el papel toalla bien mojado.
Balde con hielo: llena un balde o un recipiente lo suficientemente grande como para contener la botella de espumoso con cubitos de hielo. Agrega agua fría pero sobre todo un puñado de sal para bajar la temperatura. Luego sumerge la botella en el balde y rótala suavemente durante unos 10-15 minutos. El agua fría y el hielo ayudarán a enfriar rápidamente la botella.
Niebla fría: utiliza un spray refrigerante o un nebulizador de agua fría y rocíalo sobre la botella de espumoso. La rápida evaporación del agua fría causará un rápido enfriamiento de la botella.
Agitar la botella: llena el habitual balde con hielo y agrega agua fría y sal como se describió en el segundo punto. Inserta la botella de espumoso en el balde y agítala rápidamente durante unos 5 minutos. Este método acelerará el proceso de enfriamiento.
Está bien, no tienes más tiempo para leer, elige el método que prefieras y ponlo en práctica, ¡los amigos o familiares están llegando y la botella aún está caliente!
Para la próxima vez te recomendamos comprar alguno de nuestros espumosos y tener al menos 2 botellas en la nevera.
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