La conquisté con un Pacchetella...

¿Quieren conquistar con la simplicidad? ¿Con un plato que dejará sin palabras?
Les recomendamos una hermosa Pacchetella de Tomatitos del Piennolo del Vesubio DOP salteada con unos Espaguetis de Pasta de Gragnano.
Dirás… pero es algo que ya se ha visto… ¡no!
Se trata en cambio de una receta muy particular y rara que se encuentra solo en algunas zonas de Campania, en particular a lo largo de los pueblos y las aldeas colgadas del Vesubio.

Tomate del Piennolo

No un tomatito cualquiera, sino el RE de los tomates. El Piennolo tiene un pequeño rabito en la parte inferior que lo distingue de las imitaciones y cuando lo abres presenta solo dos bandas lenticulares. Es pulpa y solo pulpa. Muy pocas semillas, muy poca agua. Su piel es muy gruesa y esto permite dejarlos secar parcialmente. De este modo, pierden el poco agua residual y concentran todo lo bueno que hay en ellos.

Se llama Pacchetella porque en tiempos pasados, los niños napolitanos, cuando volvían de la escuela, tenían la tarea de ayudar a la familia, colocando los tomatitos y aplastándolos dentro de un frasco de cuello estrecho, ayudándose con una pequeña paleta que les obligaba a entrar. Luego se añadía agua y un poco de sal. ¡Y listo!
Los tomatitos quedan entonces ligeramente aplastados y rotos, listos para ser puestos en la sartén. No es necesario cocinarlos demasiado, ¡de hecho!

Pasta con Pacchetella: el consejo

Les aconsejo... cuando falten dos minutos para la cocción de la pasta - estrictamente pasta de Gragnano - colóquenlos en la sartén y empiecen a saltearlos con un poco de cebolla. Comenzarán a liberar una densa y dulce crema que penetrará en la pasta porosa y la hará extraordinariamente sabrosa. Añadan durante el salteado de la pasta con Pacchetella un poco de Aceite de Oliva Extra Virgen del Sur y luego sirvan el plato con una fresca y fragante hoja de albahaca. Embriagarán su cocina con aromas del Mediterráneo y conquistarán con simplicidad pero también con mucha sabiduría.

Ah… ¡nadie puede resistirse a mojar pan en el plato! ¡Buena conquista!