La tradición se entrelaza con la creatividad en el respeto de los valores que han custodiado el saber y la habilidad de las generaciones que nos han precedido.
Este patrimonio de conocimientos y destreza no es solo un archivo de la memoria territorial, sino que es una fuerza vital, un talento que anima cada día el trabajo de los artesanos de las Tierras Matildicas. Aquí, cada producto es la manifestación pura de una herencia rica en unicidad y originalidad.
La grandeza de Matilde de Canossa va más allá de la historia y entra en el reino de la leyenda.
En un período de conflictos entre el Papado y el Imperio, Matilde emerge como una fuerza mediadora, pero también como una líder capaz y determinada.
A pesar de los desafíos, las revueltas y las traiciones, su determinación la lleva a reconquistar el poder sobre sus dominios y a ser elegida Vicaria Reina Imperial en 1111.
Esta herencia de fuerza y sabiduría se refleja en las tierras que una vez estuvieron bajo su dominio y en los productos que ahora llevan la marca DO.M.
Respeto por la Tradición: La tradición es vista no solo como una herencia del pasado, sino como una fuerza vital que anima el presente del DO.M. reconoce y celebra el valor del saber y de las habilidades de las generaciones anteriores, considerándolas como manifestaciones puras de unicidad y originalidad.
Garantía de Excelencia: Cada producto bajo el paraguas de DO.M. es el resultado de la destreza artesanal, de la calidad y de la sostenibilidad, reflejando la genuinidad de las Tierras Matildicas.
Sostenibilidad y Biodiversidad: Aparte de la calidad, DO.M. pone gran énfasis en la sostenibilidad de los procesos de producción y en la protección de la identidad de los territorios y de su biodiversidad.
Conectar Artesanos y Mundo: La marca funciona como un puente entre los artesanos locales de las Tierras Matildicas y el público global.
Los Dominios de Matilde de Canossa abrazan una amplia variedad de territorios, que se extienden desde el Lago de Garda a lo largo de la Planicie Padana hasta las colinas de Viterbo en el Lacio, ascendiendo por el Apennino tosco-emiliano entre Parma y Módena, expandiéndose por toda la Toscana e incluyendo la Umbría occidental.
Es difícil imaginar un entorno más rico en diferencias de clima, de configuración geográfica, de composición de los suelos, de hábitos alimentarios, en comparación con el que la duquesa había sometido.
Estos artesanos, guardianes del valor de su excelencia, pueden no competir con las grandes industrias, pero la calidad de sus productos habla por sí sola. La misión de la marca DO.M. es compartir estas joyas de sabores y saberes milenarios con el mundo.
Le recomendamos que disfrute
✔ ¡Ha añadido el producto a su carrito!