Las cerezas son la fruta de temporada más codiciada de estos meses primaverales y estivales, una delicia para el paladar a la que difícilmente se puede resistir. ¡Finalmente un bonito toque de rojo después de tanto gris invernal!
Las cerezas son tan tentadoras que una lleva a la otra. Normalmente se consumen crudas como tentempié: frescas, dulces o ácidas, más rojas o más violáceas, sin duda son un tentempié saciante y bajo en calorías, ideal para el verano. Pero cuando nos sobran y queremos conservarlas, ¿cómo hacerlo? Bueno, la respuesta es simple: basta hacer una magnífica mermelada de cerezas. Ideal para preparar tartas caseras o para hacer un simple tentempié con pan, la mermelada es ese producto que no debería faltar nunca en la despensa de casa y que se puede consumir en cualquier momento del año, incluso en los meses más lluviosos en los que el verano es solo un recuerdo lejano.
Así que, veamos juntos cómo preparar una magnífica mermelada de cerezas casera.
Se trata de una receta sencilla y las cerezas de Illasi, que puedes encontrar en nuestra tienda, son perfectas para obtener un producto de alta calidad con un sabor muy intenso.
¿Qué se necesita para nuestra mermelada de cerezas?
1 kg de cerezas de Illasi deshuesadas
300 g de azúcar
1 limón
1 tazón de vidrio grande
1 cacerola
¿Por dónde empezamos? Primero que nada hay que macera las cerezas.
Deshuesar las cerezas cortándolas a la mitad y luego ponerlas en un tazón de vidrio amplio y bajo en el que se añadirán también el azúcar y 3 o 4 cucharadas de jugo de limón, de las cuales, si se desea, se pueden utilizar también las cáscaras, siempre y cuando se trate de limón orgánico sin tratar. Finalmente, hay que dejar reposar en un lugar fresco y seco o en el refrigerador durante 6 - 8 horas.
Una vez terminada la maceración, hay que quitar las cáscaras de limón y poner todo en la cacerola, cocinando a fuego bajo durante aproximadamente una hora y retirando la espuma con una espumadera de vez en cuando. La cocción estará lista cuando la consistencia del líquido sea tal que permanezca especialmente densa. La gota depositada sobre un plano inclinado deberá permanecer adherente a la superficie sin deslizarse.
La mermelada de cerezas, una vez terminada la cocción y aún caliente, debe ser vertida en frascos de vidrio, cuyo tamaño se puede elegir a discreción. Luego, cerrar inmediatamente y voltear sobre una superficie, esperando a que los tarros se enfríen. Finalmente, la mermelada debe ser guardada en un lugar oscuro y fresco durante al menos tres semanas. Una vez abierto el tarro, la mermelada debe ser consumida en un máximo de cinco días. Por esta razón, recomendamos utilizar frascos no demasiado grandes.
Claramente, nada impide experimentar y crear recetas más especiadas y particulares: por ejemplo, puedes probar la mermelada de cerezas aromatizada con jengibre o menta. O puedes añadir otras frutas como grosellas o manzana.
Antes de terminar, te revelamos una pequeña curiosidad: en el lenguaje hablado, a menudo se escucha utilizar las palabras mermelada y confitura como si fueran dos sinónimos, dos términos intercambiables.
En realidad, aunque son cosas similares, estas dos palabras indican cosas diferentes. Con el término "mermelada", la Comunidad Europea ha establecido que se refiere a un producto a base de azúcar y cítricos, como limón, pomelo, etc. Con la palabra "confitura", en cambio, se designan todos los compuestos a base de azúcar y todos los demás tipos de fruta.
Por lo tanto, decir "mermelada de cerezas" es incorrecto. La forma correcta es confitura de cerezas.
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