Los higos caramelizados, una delicia de la cocina tradicional romagnola, son el fruto de una antigua tradición campesina.
Originalmente creados para conservar la fruta durante más tiempo y afrontar los inviernos, los higos caramelizados hoy en día conquistan las mesas con varias recetas.
La recolección se lleva a cabo cuando los higos están ligeramente verdes, seguida de una maceración con azúcar y jugo de limón.
El largo período de cocción es el secreto para obtener estos deliciosos frutos caramelizados, que combinan perfectamente con quesos blandos, piadina, dulces o helado de vainilla.
Casa Castellari, respetando la tradición romagnola, crea higos caramelizados que deleitan los paladares modernos.
Esta delicia puede servirse como acompañamiento a quesos curados, como decoración para helados o postres, o incluso ensartada en un palillo con nueces.
Desde Faenza, corazón de Emilia-Romagna, surge una excelencia enogastronómica: Casa Castellari, un auténtico pilar del arte pastelero con una historia que abarca tres décadas de experiencia.
La empresa, especializada en la producción de higos caramelizados, zabaglione, mermeladas y conservas, mantiene una tradición artesanal transmitida de generación en generación.
Casa Castellari se compromete a preservar la autenticidad de las recetas, mediante una producción artesanal y utilizando solo materias primas seleccionadas y siguiendo meticulosamente un proceso artesanal.
Sus delicias se producen como antes: con ollas antiguas e ingredientes de primera calidad como fruta madura, azúcar y cáscara de limón.
La empresa adopta con orgullo el concepto de "Made in Italy" en toda la cadena de producción.
La cuidadosa selección de ingredientes italianos de primera calidad, principalmente provenientes del territorio emiliano, contribuye a conferir un carácter único a sus productos.
Entre las excelencias destacan los higos caramelizados, fruto de un antiguo procedimiento romagnolo, y el zabaglione, realizado siguiendo la receta familiar.
Casa Castellari, en el corazón de su producción, respeta y celebra la historia y la tradición de la pastelería italiana.
Utilizando ingredientes de primera calidad, siguiendo antiguos procedimientos romagnolos y recetas de familia, la empresa realiza un compromiso constante para mantener viva la autenticidad de estas delicias.
En cada dulce producido por Casa Castellari, se puede saborear la combinación perfecta entre el pasado y el presente, entre tradición e innovación, ofreciendo una experiencia gastronómica única que celebra la autenticidad y el sabor de Emilia-Romagna.
Angela Coridoli
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