Los pimientos cruschi representan una joya culinaria originaria de Senise, en Basilicata, y están otorgados con la marca IGP desde 1996.
Su historia tiene raíces en la rica tradición gastronómica de esta región, donde la producción artesanal se mezcla armoniosamente con el paisaje cultural.
Estos pimientos, cultivados con cuidado desde la siembra primaveral, alcanzan su máxima expresión en los primeros días de agosto, cuando son cosechados.
La esencia de este proceso se fusiona con la cultura campesina de Senise, donde los pimientos, cuidadosamente seleccionados, se disponen sobre telas y se atan en largas cadenas llamadas "serte".
Esta antigua práctica, transmitida de generación en generación, representa el corazón de la producción artesanal que confiere a los pimientos cruschi su carácter distintivo.
El pimiento de Senise IGP, con su forma cónica y sabor dulce, es el corazón de esta receta.
La delgada piel y la pulpa casi inexistente contribuyen a hacer que estos pimientos sean adecuados para el secado, el siguiente paso de este proceso que les confiere esa irresistible crocancia.
Un "escaldado" rápido en aceite de oliva virgen extra es la clave para transformar los pimientos en una delicia crujiente lista para enriquecer múltiples platos.
Basilicata, con su cocina simple y genuina, encuentra en los pimientos cruschi un elemento versátil. Estos pueden ser disfrutados solos como snacks, pero su sabor se despliega cuando se integran en las preparaciones diarias.
En la cocina, los pimientos cruschi se revelan como un condimento extraordinario para carnes y pescado, ofreciendo una nota crujiente que eleva cada plato.
Desmenuzados sobre la pasta, aportan un toque único, mientras que se convierten en el aperitivo perfecto gracias a su textura irresistible.
Las verduras hervidas, las patatas fritas y otros platos típicos lucanos encuentran un compañero ideal en los pimientos cruschi, que añaden un sabor característico a cada bocado.
La versatilidad de estos pimientos se extiende también a su utilidad como especia y aromatizante.
Convertidos en polvo, se convierten en un condimento valioso para enriquecer carnes, legumbres, productos de panadería, chocolate y helado.
Con su irresistible crocancia y el profundo vínculo con las tradiciones locales, estos pimientos invitan a un viaje culinario que celebra la autenticidad y el sabor de Basilicata.
Angela Cordioli
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