Blancos, tintos y rosados. ¡El verano de las burbujas!

El calor comienza a sentirse y finalmente podemos disfrutar de las horas de la tarde al atardecer en lugares extraordinarios, junto al mar o en la montaña… probablemente aún en nuestras hermosas ciudades y los pequeños pueblos y aldeas de nuestra península.

Es tiempo de aperitivos, de momentos en compañía, de deseo de vacaciones y un poco de distracción, al menos mental. Para todos estos momentos, el vino que ha tomado el protagonismo es, sin duda, el vino espumoso. Espumantes blancos, rosados y tintos… sí, también estos últimos. Y luego la maestría de excelentes bartenders que saben realzar los vinos y combinarlos, a veces provocativamente, con aromas naturales, frutas y verduras frescas.

En definitiva, Italia y su Aperitivo son una mezcla de tradiciones que está conquistando el mundo. Solo piensen que, incluso en países como Corea del Sur, hay quienes intentan, en la ola del Made in Italy y su poder de tendencia, llevar la idea del aperitivo. Solo que los coreanos no entienden por qué debe hacerse de pie, así que allí lo hacen sentados…

Prosecco y Champagne siguen siendo los principales espumantes elegidos en todo el mundo, y el primero ya ha superado el consumo del segundo. Pero las burbujas son múltiples y es un mundo en continua expansión con elementos de experimentación, especialmente en zonas donde hace unos años solo se consideraban una quimera.

Las burbujas de Apulia en la zona de Tria, por ejemplo, o las burbujas sicilianas y del Etna que están conquistando a la crítica mundial. Luego están las burbujas autóctonas y raras como el Lessini Durello Veneto. En resumen, una selección tan amplia que probablemente sea difícil conocerla completamente.

Spaghetti & Mandolino te ofrece la posibilidad de elegir entre dos grandes Proseccos, el Bosco di Gica de Adami, un clásico famoso de la tierra de Valdobbiadene, y una novedad absoluta que está recibiendo importantes reconocimientos de la crítica italiana e internacional. Faotto Bottignolo, que de los antiguos viñedos de Santo Stefano di Valdobbiadene, en la colina de Cartizze, produce un Prosecco muy elegante y refinado. Un espumante que te sorprenderá por su agradable sabor.

¿Y qué decir de un Método Clásico estremecedor, producido con uvas autóctonas desconocidas como la uva Durella, cultivada en el volcán Calvarina en Roncà? Prueba el Durello de Fattori: elegancia anárquica fusionada en una mezcla inesperada y muy intrigante. Finalmente, el encantador rosado Chiaretto de las hermanas Benazzoli de Bardolino, que este año nuevamente conquistó al jurado del Concurso Internacional de Rosados en Provenza.

S&M