Cuando se habla de asados, todos tenemos en mente esa agradable sensación de estar juntos al aire libre, con el aroma de la carne cocinada que se expande en el ambiente. ¿Pero cómo hacer para transformar una simple parrillada en un evento culinario memorable?
Gracias a nuestro embajador y chef Mida Muzzolon, aquí tienes cuatro secretos para hacer la carne perfecta y sorprender a tus invitados.
Un error común es cocinar la carne cuando aún está fría, directamente sacada del refrigerador. ¡Este choque térmico no es amigo de una cocción uniforme! Para asegurarte de que cada filete o trozo de carne se cocine de manera homogénea, es esencial llevarlo a temperatura ambiente antes de ponerlo en la parrilla. Dejar la carne fuera del refrigerador durante unos 20-30 minutos antes de cocinarla permite que las fibras se relajen, asegurando una cocción más uniforme y una carne más tierna.
Después de asar la carne, muchos están tentados de cortarla y servirla inmediatamente. Sin embargo, esto es otro paso hacia la mediocridad. Dejar reposar la carne durante unos minutos después de cocinarla permite que los jugos internos se redistribuyan en las fibras. Este proceso hace que cada bocado sea jugoso y sabroso.
No es un secreto que algunos platos mejoren al día siguiente, y esto es especialmente cierto para guisos, estofados y otras preparaciones de cocción lenta. Durante el reposo prolongado, los sabores tienen tiempo de fusionarse e intensificarse, haciendo que el plato sea más rico y complejo. Si tienes planeado preparar este tipo de platos, considera cocinarlos el día anterior.
Salarla inmediatamente justo antes de cocinarla ayuda a crear una costra exterior perfecta y a mantener el interior jugoso y lleno de sabor; en cambio, salarla demasiado pronto puede causar la pérdida de humedad y secarla.
Agradecemos a Mida Muzzolon por estos consejos y te invitamos a aplicarlos para organizar asados como un verdadero chef y sorprender a tus invitados.
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