Quesos Veganos

Quesos Veganos: La Historia

Los quesos veganos surgieron como una respuesta a la creciente demanda de alternativas alimentarias sin ingredientes de origen animal. Este fenómeno tiene sus raíces en el movimiento vegano, que surgió en los años 40 del siglo XX con la fundación de la Vegan Society en 1944.
El objetivo principal era promover un estilo de vida que evitara la explotación y la crueldad hacia los animales. A lo largo de los años, con el aumento de la conciencia ambiental y de salud, la demanda de productos veganos ha crecido, llevando al desarrollo de alternativas a los productos lácteos tradicionales, incluidos los quesos veganos.

La producción de estos quesos está en rápida evolución, con continuas innovaciones para mejorar sabor, textura y valor nutricional. Además, estos quesos no contienen lactosa, caseína ni colesterol, lo que los hace aptos para quienes son intolerantes a la lactosa; por lo tanto, su consumo está dirigido a todos aquellos que los eligen no solo por razones éticas sino también de salud.

Quesos Veganos: La Producción

La producción de quesos veganos varía según los ingredientes y las técnicas utilizadas, pero generalmente sigue algunos pasos comunes.
Los ingredientes básicos utilizados son nueces o semillas, como anacardos, almendras, semillas de girasol y otros.
El tofu es bien conocido, derivado de soja y desde hace tiempo un alimento importante para las personas que siguen una dieta vegana.
En general, el proceso de producción consiste en remojar las nueces o semillas, mientras que el tofu a menudo se escurre para eliminar el exceso de agua. Este primer tratamiento es seguido por la mezcla y licuado del ingrediente base con leche vegetal y otros aditivos como aceite de coco, levadura nutricional, sal y especias.
La consistencia de la mezcla se puede ajustar añadiendo más o menos líquido, dependiendo del tipo de queso deseado. Para algunos tipos de quesos veganos, la mezcla se cocina hasta alcanzar una consistencia más espesa, utilizando almidones y espesantes, y luego se vierte en moldes y se deja enfriar y cuajar.
Algunos quesos veganos pueden ser curados aún más en refrigeración o a temperaturas controladas para desarrollar sabores y texturas específicas.
El curado puede variar desde unos pocos días hasta varias semanas o meses, dependiendo del tipo de queso deseado y para desarrollar sabores complejos similares a los quesos tradicionales.

Quesos Veganos: El Sabor

El sabor de los quesos veganos puede variar considerablemente dependiendo de los ingredientes utilizados y el proceso de producción. Se intenta imitar el sabor y la textura de los quesos tradicionales, mientras que otros tienen sabores únicos y distintivos.

Muchos productores utilizan fermentación y cultivos bacterianos para crear sabores complejos similares a los quesos curados. En general, los quesos veganos pueden ser cremosos, ahumados, salados o dulces, ofreciendo una amplia gama de experiencias gustativas. Para replicar los sabores complejos de los quesos curados, algunas mezclas se fermentan utilizando cultivos bacterianos o probióticos.
La fermentación puede desarrollar sabores más intensos y mejorar la digestibilidad del queso. Intuitivamente, podríamos pensar que el queso vegetal contiene menos grasas y es más saludable, pero no siempre es así.
En cada una de estas preparaciones, como se ha descrito, pueden estar presentes aceites o frutos secos, por lo que debemos consumir queso vegano con la misma atención que reservamos para los quesos tradicionales.

Quesos Veganos: 3 Características para Elegirlos

Fermentación y Probióticos: Algunos quesos veganos se fermentan utilizando probióticos, que no solo ayudan a replicar el sabor de los quesos tradicionales, sino que también pueden ofrecer beneficios para la salud intestinal.

Versatilidad Culinaria: Los quesos veganos se pueden utilizar en una variedad de recetas, incluyendo platos cocidos como pizzas y lasañas, o como untar y acompañar galletas saladas y pan.

Sostenibilidad: La producción de quesos veganos generalmente tiene un impacto ambiental menor en comparación con la producción de quesos tradicionales, ya que requiere menos recursos como agua y tierra, y produce menos emisiones de gases de efecto invernadero.