Tenuta Pederzana

Todo comienza en Solignano Vecchio, en el municipio de Castelvetro en Módena, en el inmediato postguerra. Franco Simonini, gran viticultor de Castelvetro, adquiere un nuevo terreno donde decide, junto a su esposa Margherita, aislar las mejores cepas de Lambrusco en colaboración con la Universidad de Bolonia. En particular, se dedica a la variedad autóctona por excelencia: el Grasparossa. Logra aislar un clon único en el panorama de los clones de la denominación y años más tarde su nieto Francesco Gibellini, junto a su tío Massimo, lo usó como el único clon para sus grandes expresiones de Lambrusco. Este año, el Lambrusco de Pederzana ha sido reconocido por la prestigiosa Guía de Vinos de Italia de Espresso, como el mejor Lambrusco en absoluto y ha recibido el Oscar de la excelencia.

En las fascinantes colinas de Solignano Vecchio, la Tenuta Pederzana conserva con cuidado una antigua cepa de Grasparossa, injertada sobre Golia y cultivada según el método Guyot con una densidad de aproximadamente 4000 plantas por hectárea. La propiedad se extiende sobre 14 hectáreas, incluyendo un bosque de roble y otras maderas, y un lago de origen manantial. Los viñedos se distribuyen en dos sectores principales: el primero situado al sureste, justo debajo de la bodega, y el segundo orientado hacia el este, cada uno con tiempos de maduración y características únicas. En Pederzana, la vendimia se realiza exclusivamente a mano, seleccionando solo las mejores uvas. De estas selecciones, en años específicos, se originan las producciones especiales de los vinos Puntamora, Cantolibero y Ubi Maior. Este último representa el producto estrella de la propiedad, obtenido de uvas excelentes, recogidas seleccionando cuidadosamente cada racimo en un pequeño viñedo específico de la tenuta.