Venturino Bartolomeo

El Frantoio fue fundado en Diano San Pietro, en la provincia de Imperia en Liguria, por Bartolomeo Venturino en el lejano 1946, dando así inicio al trabajo de la actual empresa agrícola con el cultivo de olivares de la variedad taggiasca. En 1975, su hijo Valter, tras terminar sus estudios, comenzó a aportar su valiosa contribución al crecimiento de la empresa familiar: así nació la marca Venturino Bartolomeo. Solo en 1998, en un edificio adyacente al viejo molino, se implementó la primera línea de envasado de conservas.

Al año siguiente, los hijos de Valter, Tiziano y Alessandro, se unieron a la empresa, demostrando de inmediato su pasión, dedicación al trabajo y respeto por todo lo que había realizado su padre Valter y su abuelo Bartolomeo. Tres generaciones unidas para continuar una tradición familiar que ha sido capaz de ofrecer muchos productos únicos en sabor y calidad. En un año, el Frantoio Venturino se convierte en una de las primeras empresas del Ponente Ligure en obtener la marca D.O.P. Riviera Ligure para el aceite de oliva virgen extra. La planta de producción, construida en 2003, ha continuado creciendo con el tiempo, alcanzando una superficie de 5,000 m², incluyendo tres líneas de embotellado de aceite, dos líneas de envasado de conservas y una línea de producción de pesto.

El Frantoio de la familia Venturino comienza a producir rigurosamente a mano su aceite de oliva virgen extra en un viejo molino de agua, un edificio clásico llamado "gumbo". En los años '60 ocurre entonces la primera gran transformación: la corriente eléctrica reemplaza la fuerza hidráulica, aunque, en realidad, el trabajo y la manualidad necesarias permanecen prácticamente sin cambios. Solo en los años '90, finalmente, la tecnología reemplazó la manualidad y desde entonces, con la ayuda de modernas máquinas de acero inoxidable, se continúa extrayendo rigurosamente en frío este precioso néctar de las aceitunas taggiasche.

Las d os líneas de producción de conservas garantizan una alta flexibilidad, tanto en términos de formato de embalaje como de series productivas, la máxima eficiencia y la posibilidad de gestionar pedidos importantes. La empresa otorga extrema importancia a la salvaguarda del aroma natural de las materias primas y, por esta razón, las aceitunas se muelen dentro de las 24 horas posteriores a su recolección. La misión de esta empresa es muy simple pero ambiciosa al mismo tiempo: valorizar todas las excelencias del territorio del Ponente Ligure.