Biscotti Ricciardi

Biscotti Ricciardi nace en 1964 en el centro de San Lorenzello gracias a Francesco y Filomena. Esta panadería-biscottificio, pasando de generación en generación, llega a ser la actividad que actualmente está dirigida por Francesco, el nieto.
 

Biscotti Ricciardi: la producción tradicional de galletas... ¿o taralli?

Hoy en día, Biscotti Ricciardi sigue adelante con la tradición histórica de la familia, produciendo taralli. Pero, ¿por qué entonces utilizar la palabra "galletas"?
Se da el caso de que los taralli también se llaman galletas: son precisamente la expresión de una tradición alimentaria muy antigua.
Son pan condimentado de larga conservación, cuya producción se basa en ingredientes simples y genuinos: harina de trigo blando, aceite de oliva virgen extra, especias y aromas.
Los taralli de Biscotti Ricciardi son una alternativa versátil al pan, y al mismo tiempo pueden ser utilizados de diferentes maneras y en diversos momentos del día: desde el desayuno hasta el aperitivo, pueden acompañar sopas, quesos y jamón, y ser servidos como antipasto.
 

Biscotti Ricciardi: la historia de la panadería beneventana

En 1964 nace la panadería-biscottificio Ricciardi en el pueblo de San Lorenzello, en la provincia de Benevento.
El pueblo se encuentra en el centro de un territorio rico en historia y cultura, y es allí donde la tradición de la actividad tiene su origen.

La empresa está inmersa en los viñedos de la espléndida campiña laurentina y a lo largo de los años ha diversificado y ampliado la línea de productos.
Hoy en día, el establecimiento cuenta con una nueva sede de aproximadamente 1000 metros cuadrados, y puede producir hasta 2000 kg de productos al día, gracias a equipos modernos, manteniendo siempre altos los estándares de calidad.
 

Biscotti Ricciardi: compromiso y pasión por una elaboración artesanal

El amor y la dedicación que se transmiten de generación en generación hacen que los productos de la empresa sean siempre de alta calidad, gracias al método de elaboración artesanal.

Los taralli, trenzas y glaseados se crean con una especial masa de harina "00" de trigo blando, aceite de oliva virgen extra, sal, especias y hierbas aromáticas.
Las materias primas utilizadas para la producción son adquiridas de empresas certificadas y utilizadas con antigua sabiduría y en conformidad con los procedimientos del manual interno de HACCP.
Todos los productos tienen una larga y natural conservación, gracias precisamente al masa madre, a los ingredientes libres de conservantes y aditivos, y al método de elaboración artesanal.

La elaboración de los taralli se realiza utilizando modernas máquinas industriales que valoran el conocimiento artesanal tradicional.
Después de la formación, los taralli se sumergen en agua durante unos minutos, después de lo cual se hornean. Este es el motivo por el cual llevan el nombre de "galletas", es decir, cocinadas dos veces.

Así es como Biscotti Ricciardi combina la tradición con la innovación, y como dice Francesco: "Ponemos cada día el máximo esfuerzo para hacer que nuestros productos sean aún más buenos, con el fin de satisfacer el gusto y las expectativas de los clientes".