Fattoria Cretarola

Fattoria Cretarola es una empresa agrícola situada en el corazón deAbruzzo, a las puertas de Penne, uno de los pueblos más bellos de Italia en la provincia de Pescara, y sus productos narran la verdadera esencia del territorio.
 

Fattoria Cretarola: 12 hectáreas de terreno que narran una historia

Es precisamente esta la vastedad de territorio que alberga olivos, tomates, viñedos y árboles frutales: 12 hectáreas dentro de la región verde, que se encuentra entre las mejores para la producción de aceite de oliva virgen extra.
El aceite es precisamente el producto estrella de la empresa: aquí de hecho se cultivan plantas centenarias de castiglionese, que dan vida a una de las cuatro variedades de aceites extraídos en frío, junto adritta, leccino y peranzana.

Además de los olivos, también hay tomates: el característico tomate pera destinado a las salsas de tomate que se realizan según la antigua tradición campesina al final de la temporada de verano.
Pero no es todo, porque entre los cultivos también nacen uvas, higos y albaricoques, con los cuales se producen mermeladas y compotas.

El territorio rezuma tradición, la historia de una familia que se pasa el testigo desde tres generaciones, cuya filosofía siempre ha sido ofrecer los productos del territorio manteniendo inalterada la tradición local.
A pesar de que la tradición es la clave del éxito, no falta ciertamente la innovación: la continua búsqueda de técnicas modernas que combinar con las antiguas costumbres es el motor de la empresa agrícola.
 

Fattoria Cretarola: desde siempre sinónimo de calidad y atención al cliente

Danilo y Manuel hoy se ocupan de la empresa y representan la tercera generación de la familia.
Al adoptar los ideales de Fattoria Cretarola, en 2017 adquirieron la empresa agrícola que fue constituida por sus abuelos.
Cuidado, atención y calidad son los pilares en los que se basa la producción.

Son precisamente los dos hermanos quienes se encargan de todo el proceso productivo: Manuel se dedica a la cultivación y al procesamiento de los productos, con gran dedicación y constancia, mientras que Danilo se dedica a promover las excelencias locales.

Y así, con el amor y la pasión que les han sido transmitidos, los dos hermanos se esfuerzan diariamente por alcanzar un sueño genuino que tuvo su origen cerca del centro de Penne, pero que se extiende a cada rincón del zapato italiano.
Nacer en una familia tan vinculada a su territorio ha hecho que Manuel y Danilo crezcan con la conciencia de los recursos que la tierra puede ofrecer, pero también con un gran sentimiento de respeto por el entorno.

Cada producto se cuida con amor y el aceite es precisamente lo que, más que nada, expresa su tierra. ¿Por qué? Porque es ese ingrediente mágico que completa cada plato y lo enriquece, así como el territorio enriquece la región en la que nacieron, ¡Abruzzo!