Podere San Cristoforo

Gavorrano, la Maremma toscana. Un territorio que se extiende hacia el mar pero que mantiene firme el polvo de las arcillas quemadas del interior. Un pedacito de paraíso en el que Lorenzo Zonin produce poesía y pasión enológica pura por la biodinámica. Sus vinos son libros abiertos sobre un territorio indomable que subyace a un alma dulce y amable.

Lorenzo, Davide, Michele, Claudio y Giampiero siguen cuidadosamente la vida del viñedo, quienes acompañan la formación del racimo hasta su lenta maduración y el momento de la cosecha. Sus vinos cuentan la historia de la brisa salada del mar, el crujido del viento en las hojas, el polvo rojo de las antiguas arcillas de la Maremma, los aromas del matorral mediterráneo, la sal, el yodo, la sencillez de las hojas de laurel y los árboles jóvenes de romero silvestre. Lo hacen con la naturalidad y la franqueza típicas de estos lugares. Una mezcla de placer y sustancia.

La propiedad cubre 45 hectáreas, 15 de las cuales son viñedos, 2 hectáreas de olivos y el resto son girasoles y cereales. Agricultura biodinámica en toda la superficie. Las variedades de uva que se cultivan son Sangiovese, Petit Verdot, Syrah, Vermentino y Trebbiano. Lorenzo Zonin practica el arte de la naturaleza y escucha su respiración diaria. Solo así puede producir vinos tan interesantes y únicos. Obras de arte que han conquistado a los más importantes expertos internacionales en vinos y que han ganado grandes premios tanto en Italia como en el mundo. Los vinos tienen nombres que recuerdan las peculiaridades de esa granja de la Toscana: Luminoso, Carandelle, Amaranto y San Cristoforo. Para aquellos que buscan la Toscana más salvaje e intrigante, donde sea el territorio que se imponga con elegancia y poder interpretativo. Vinos que sorprenderán por su agradable y pureza.