Casa del Dolce

Al final de los años 70, Giovanni Fausto Bertolini siente la necesidad de crear algo que le permita trabajar con su propia familia.

Gracias a la amistad con la familia Rana, le pide al dulce pastelero Francesco poder asistir a su laboratorio para aprender el arte de la repostería y, tras eso, logra abrir su primera pastelería en Cologna Veneta, gracias también a la pasión de su esposa Patrizia y de su querida madre María.

En Cologna, la gente comienza a pedir el producto típico del país: el mandorlato.

Giovanni Fausto Bertolini así empieza a producir el “Finíssimo Mandorlato”, poniendo el máximo cuidado en la elección de las materias primas y prestando una extrema atención a las diferentes fases de la elaboración.

Es precisamente en la dosificación de los ingredientes y en la minuciosa atención durante la fase de cocción donde radica el secreto de esta fórmula.

Aún hoy, Giovanni Fausto Bertolini supervisa personalmente la realización del “Finíssimo Mandorlato”, acompañado por sus hijos, decididos y orgullosos de continuar con la elección del padre.

Gracias a una pasión común, la continua búsqueda de calidad y el constante deseo de mejorar, el Finíssimo Mandorlato producido por la familia Bertolini es un dulce refinado y único en su género, rico en calorías y en valor energético que supera, sin duda alguna, en delicadeza y sabor a cualquier otro producto similar.