Pasta integral

Pasta integral: la Italia que ama aún más

Todos sabemos que la pasta es, sin duda, el símbolo de la italianidad en el mundo y que representa un alimento fundamental en la dieta de muchos italianos. Sin embargo, dicho esto, es importante recalcar que en los últimos años hablar de pasta se ha quedado casi corto: de hecho, se han creado muchas variedades de pasta que se diferencian en la materia prima utilizada para producirlas y que tienen como objetivo satisfacer las necesidades y los gustos de todos.

Entre las tendencias que más interesan, sin duda podemos contar la atención a todas esas necesidades dietéticas particulares que han llevado al nacimiento de numerosos tipos nuevos de pasta, como, por ejemplo, la pasta sin gluten, que no contiene gluten para todas las personas que padecen la enfermedad celíaca, pero también de todos los demás tipos de pasta que intentan satisfacer plenamente las diversas necesidades dietéticas.

El tipo más común es sin duda la pasta integral, una variante que básicamente cumple con los requisitos dietéticos. Sin embargo, es importante decir que cualquier tipo de pasta puede ser integral, porque el hecho de que sea integral no es una característica intrínseca de la pasta en sí, sino que simplemente depende del uso de otro tipo de harina.

De hecho, la harina integral se caracteriza por los diferentes grados de procesamiento al que se somete el cereal utilizado para producirla. De hecho, la pasta integral se caracteriza por un color parduzco que se le da precisamente por el hecho de que la harina utilizada se produce moliendo el grano integral, lo que también determina diferentes valores nutricionales.

Pasta integral: una grata sorpresa para sus primeros platos

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Comer pasta integral con más frecuencia es uno de esos hábitos sencillos que pueden marcar una gran diferencia en nuestra salud. De hecho, la pasta integral se caracteriza por ser un alimento con múltiples propiedades beneficiosas. Sin añadir el hecho de que puede resultar una agradable alternativa a la pasta clásica producida con sémola refinada de trigo duro.

¿Cómo se hace la pasta integral?

La pasta integral es un tipo de pasta hecha con una mezcla de agua y sémola integral de trigo duro. Reconocida como un producto típico italiano, la pasta integral desde el punto de vista de la composición química no difiere mucho de la pasta blanca refinada. Sin embargo, hay diferencias que se refieren en particular al contenido de vitaminas, sal y fibra.

La sémola integral de trigo duro se obtiene de un procesamiento particular del trigo duro que se muele entero, manteniendo así también el salvado o la parte más externa del cereal, que normalmente representa el subproducto de la molienda del carióxido del cereal, que luego se elimina cuando se produce harina blanca refinada. También se utiliza germen de trigo, o la parte reproductiva de la semilla, que también se desecha normalmente durante los procesos de refinación de la harina. La harina integral es, por lo tanto, la harina más completa desde el punto de vista nutricional, precisamente porque contiene todas las partes del cereal.

El proceso con el que se produce la pasta integral es prácticamente el mismo que el de la refinada y el resultado es casi el mismo si no fuera por un aspecto en particular, que consiste esencialmente en un color diferente y más oscuro que tiende al marrón (un color que viene dado precisamente por el alto contenido de fibra de la harina integral).

Diferencia entre pasta integral y pasta refinada

La principal diferencia entre estos dos tipos de pasta radica en su aspecto y en sus diferentes valores nutricionales. La pasta integral, además de tener un color marrón particular, es más completa desde el punto de vista nutricional porque proporciona, de media, más fibra, proteínas, vitaminas y minerales como hierro, fósforo y zinc. Es una pasta que también tiene un aporte calórico reducido porque, además de contener menos lípidos, las fibras presentes en ella ralentizan la absorción de los carbohidratos.

Por qué elegir la pasta integral: ventajas y beneficios

En la dieta diaria, sería bueno incluir pasta integral para obtener una larga lista de ventajas y beneficios que puede aportar al cuerpo. En primer lugar, por su mayor contenido de fibra, que promueve el tránsito intestinal y reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Los betaglucanos, por otro lado, son azúcares muy útiles para el sistema inmunitario. La presencia de vitaminas del grupo B, en particular la B1, B2 y B3, en el salvado y el germen es, en cambio, importante para el sistema nervioso y cardiovascular porque favorece la producción de energía a nivel celular.

La vitamina E y los polifenoles, también presentes en el salvado y el germen, tienen propiedades antioxidantes capaces de prevenir el envejecimiento celular. No menos importante es el hecho de que la pasta integral tenga un índice glucémico más bajo; este aspecto, sumado al alto contenido de fibra, hace que la pasta integral sea perfecta para incluirla en dietas de adelgazamiento en lugar de en dietas refinadas, primero porque las fibras dan una mayor sensación de saciedad y segundo porque limitan la absorción de los carbohidratos.

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