Verduras frescas de temporada en casa

Las verduras frescas son uno de los elementos fundamentales e imprescindibles de una dieta sana y equilibrada, ya que aportan las vitaminas necesarias. Ahora está claro que no podemos prescindir de consumir un poco de verdura cada día, entonces, ¿por qué no disfrutar de productos de calidad increíble y certificada como los que seleccionamos en Spaghetti e Mandolino? ¡Confía en nosotros, pruébalo y no te defraudaremos!

¿Por qué elegir verduras frescas de temporada?

Hay muchas razones para elegir verduras frescas de temporada, y son importantes tanto para nuestro bienestar, como para nuestro bolsillo y también para la salud del planeta.
La primera ventaja, material pero no menos importante, es que los productos de temporada cuestan menos, y dado que las verduras no siempre son baratas, este es un aspecto a considerar. La razón de este ahorro es que las verduras fuera de temporada necesitan invernaderos y mucha energía para crecer y madurar, lo que aumenta significativamente los costos de producción, que luego se reflejan en el precio del producto. Pero los beneficios no son solo económicos: las verduras frescas de temporada, cultivadas siguiendo su ciclo de vida natural, con aire fresco y sol, son más ricas en nutrientes y principios activos, y son más adecuadas, en términos de sabor y aporte calórico, para la época del año en la que crecen naturalmente. Además, las verduras de temporada son más sabrosas. Su maduración al sol, en las condiciones adecuadas para cada hortaliza, permite que el producto se enriquezca de todos los nutrientes que le dan carácter y aroma, ya que la planta se desarrolla de manera óptima.
Además, quizás no sepas que las plantas cultivadas fuera de temporada son más débiles, por lo que se necesita una mayor cantidad de pesticidas para protegerlas, lo cual no es bueno ni para nuestro organismo ni para el planeta. Pero el verdadero daño a este último es el coste ambiental de ciertos productos, como los pimientos y calabacines, que, para estar disponibles en invierno, requieren grandes invernaderos calefaccionados e iluminados, lo que consume mucha energía. Esta energía suele provenir de fuentes no renovables y contaminantes, a las que se suman los pesticidas y los fertilizantes sintéticos, muchas veces derivados del petróleo. Por todas estas razones, consumir verduras frescas de temporada mejora tu bienestar y las condiciones del medio ambiente.

Verduras frescas: ¿mejor cocidas o crudas?

Las verduras frescas, ya sean cocidas o crudas, son indudablemente ricas en nutrientes. Para decidir cómo preparar tus verduras favoritas, es importante prestar atención al tipo de cocción y al tipo de verdura que vas a preparar. Por ejemplo, aunque hornearlas o asarlas a la parrilla puede ser muy sabroso, no conserva intactas todas las propiedades de los alimentos, como sí lo hace una rápida cocción al vapor. De hecho, la cocción al vapor, al romper las fibras de celulosa, hace que algunas verduras como el brócoli, coliflor y berenjena sean más digeribles, aunque no deben cocinarse demasiado para conservar sus propiedades nutricionales. Otra categoría de verduras que se deben consumir preferentemente cocidas son las que contienen carotenoides y vitamina A, como las zanahorias, calabaza y pimientos.
Para ser consumidas estrictamente crudas, en cambio, están los diferentes tipos de lechuga, rúcula, apio, pepino e hinojo, para no perder el aporte de vitamina C y minerales que contienen, como calcio, hierro, magnesio y fósforo. Finalmente, algunas verduras, que ya son digeribles crudas y no se ven afectadas por una cocción rápida, pueden consumirse de ambas formas. Este es el caso del calabacín, espárragos, espinacas, hinojo, achicoria, tomates e incluso el brócoli.

Verduras frescas: valores nutricionales y propiedades

Las verduras frescas, excluyendo semillas y tubérculos, presentan generalmente características nutricionales similares y beneficiosas para nuestro organismo. En detalle, todas las verduras tienen en común una serie de características organolépticas similares.
En primer lugar, las verduras son muy ricas en agua, pueden contener hasta un 95% de líquido. Gracias a esta característica, favorecen la hidratación corporal y mejoran el funcionamiento del organismo.
Las verduras frescas también son muy ricas en fibra, lo que tiene un efecto positivo en el buen funcionamiento del intestino, lo purifica y contribuye al mantenimiento de la flora bacteriana fisiológica, además de modular la absorción de nutrientes. Como probablemente ya sabes, las verduras frescas también son muy ricas en vitaminas, especialmente en vitaminas A, C, E, K y ácido fólico. Los minerales tampoco faltan, especialmente el potasio, magnesio, zinc y selenio, además de, a veces, hierro y calcio, aunque estos últimos son un poco más difíciles de absorber.
Finalmente, las verduras contienen otros elementos que, aunque no son esenciales para el organismo, resultan ser extremadamente saludables, como los fitosteroles, lecitinas y las sustancias fenólicas, que ayudan a mantener bajos los niveles de colesterol y a combatir el estrés oxidativo.

En resumen, las verduras frescas son buenas para ti, ¡y las nuestras son sin duda las mejores! Echa un vistazo a nuestros productos y elige el que más te guste, te garantizamos la calidad.